«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
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Alicante, 1987. Escribe noticias desde que tiene uso de razón. Ha trabajado en radio, prensa escrita y televisión en medios como Radio Intereconomía, El Toro TV y Okdiario. Siempre en los últimos reductos de la libertad de expresión.
Alicante, 1987. Escribe noticias desde que tiene uso de razón. Ha trabajado en radio, prensa escrita y televisión en medios como Radio Intereconomía, El Toro TV y Okdiario. Siempre en los últimos reductos de la libertad de expresión.

No me acuerpes

6 de abril de 2023

Hay cosas en la vida que son lo más. Por ejemplo, ser católico practicante. Querer ser más que eso, a mi personalmente me parece hasta un pecado. Por eso soy tan poco partidaria de organizaciones y movimientos religiosos varios. Cada uno es libre de vivir su fe como quiera, faltaría más, pero yo lo encuentro innecesario. Hay cosas en la vida que no pueden ser menos apetecibles. Por ejemplo, ser progre. Pero, curiosamente, estas cosas también las viven los afectos como si fueran una religión.

Y entonces, como los iluminadillos o las ‘sacerdotas’ -esas señoras que en misa salen a leer y ya se quedan como quien no quiere la cosa ayudando al cura que parece que están ellas celebrando-, buscan darle a todo una vuelta de tuerca más. Así, Rita Maestre ya no abraza a gente en sus actos, la «acuerpa». El pasado fin de semana publicaba un tuit abrazando a dos personas y lo titulaba «te acuerpamos». La única respuesta posible a una amenaza de acuerparte de esta señora es «no, gracias, ya me apaño sola». 

Acuerpar, que para mi sorpresa existe, no es abrazar, es apoyar. Pero da igual, hablar bien no es la mayor afición de esta gente de «niñas, niños y niñes». Sus biografías de Twitter también son un disparate a la altura de quien las firma. La propia Maestre se define ahora como candidata a la alcaldía de Madrid, pero hasta hace nada aparecía como «partisana». La pobre confundía estar en el ayuntamiento enchufando a familiares con estar luchando contra Mussolini.

Irene Montero escribe en su descripción «yo por ellas, madre, y ellas por mí». ¿Qué quiere decir esto? No lo sabemos. Ella tampoco. Pero es que ella no sabe ni leer, así que difícilmente puede saber escribir. En este afán izquierdista de apelar a los sentimientos, compite con Irene la flamante líder de Sumar, Yolanda Díaz, que lanza a sus votantes «biquiños» en gallego, como si lanzar «besitos» a cualquier persona mayor de cinco años no provocase suficiente vergüenza ajena. Después de lanzarles los biquiños, eso sí, les pide pasta para un crowdfunding de su campaña. Que es hortera pero no tonta

Echenique va por ahí definiéndose, incluso en sus memorias, como «piloto de combate», que es como yo si yo fuera por la vida diciendo que soy «madre de dragones», en referencia a Juego de Tronos y creyéndome originalísima. Se puede hablar simplemente de afán de superación sin tener que estar jugando a los superhéroes, pero insisto, igual eso con sus votantes no sirve. 

Y luego, rematando la infantilización de la política tenemos a Ione Belarra quejándose en una entrevista del maltrato que sufre por parte de los medios que nunca la sacan guapa en las fotos. Claro, como sólo son creyentes de esa pseudoreligión que es la Agenda 2030, a ver cómo le explicamos que los milagros se piden a la Virgen de Lourdes, no a la prensa.

Quedan todavía casi dos meses para la primera cita electoral del año, así que la situación todavía puede empeorar muchísimo y que veamos a cualquiera de esta purria asegurándonos que es la Power Ranger rosa o así mientras los bendice una china en un auto de fe neocomunista. Armémonos de paciencia. 

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