«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
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Actor. Cine, teatro y televisión. Fue diputado en el Congreso de los Diputados y jefe de grupo en las Cortes Valencianas. Actualmente trabaja en 7NN. Dirige y presenta 'ConToni' los sábados por la noche.
Actor. Cine, teatro y televisión. Fue diputado en el Congreso de los Diputados y jefe de grupo en las Cortes Valencianas. Actualmente trabaja en 7NN. Dirige y presenta 'ConToni' los sábados por la noche.

Normalidad a la vasca

14 de abril de 2024

La campaña vasca se desarrolla con total normalidad: Abascal y los suyos, escoltados, tienen que aguantar a una turba de animales que les amenaza e insulta. Entre los de VOX iba Nico, un antiguo compañero de batallas de la época de UPyD. Buen tipo. Valiente. Ex sociata. Ha evolucionado favorablemente. Recuerdo escucharle cómo cierta vez tuvo que compartir ascensor con un asesino etarra. Siempre me ha llamado la atención que se castigue tanto cambiar de partido. Imagina seguir siendo sociata. O comunista. Todavía me sorprende, ingenuo de mí, que no se denuncie cómo en determinados lugares de España no hay normalidad democrática. Y no me refiero a los casi 200.000 vascos que echó ETA de su tierra y su efecto en las urnas. Digo que existen espacios vedados para ciertos partidos, que no se puede hacer una campaña electoral con garantías. Uno tiene que aguantar cómo una turba te insulta, apedrea o amenaza. Ves cómo desinfectan la plaza donde diste el mitin, pintarrajean tus sedes o te envían amenazas.

Hay un estado al que parece que no le importa que eso ocurra. La izquierda española y el nacionalismo guardaban silencio y no condenaban o buscaban excusas. Íbamos a provocar, nos decían. Ahora dan un paso más. Un socialista indecente, perdón por la redundancia, aplaudía esa «normalidad». David Calvo, el gilipollas en cuestión, tuiteaba las imágenes de esa turba cobarde que atacaba a Abascal y compañía, y comentaba: «Cuando un fascista visita el País Vasco, a pesar de ser su tierra natal, pasa lo que pasa». Le faltó poner aplausitos. Pero no hacía falta. Así ha quedado el PSOE. Quizá fue siempre así. Ahora que se usa de forma tan alegre la palabra fascista sería bueno recordar que si alguna formación merece ese nombre es la de los socios del PSOE: los bilduetarras. Entre esos terroristas y un partido democrático, David se queda con Otegui. Como hace todo su partido. Y no les cuesta ni un voto. El candidato sociata en Euskadi se desgañita diciendo que no gobernará con Bildu y a uno le entra la risa. La Fiscalía, que sabemos de quién depende, despeja el camino de Otegui. Bildu va con todo. Se ve ganador, hace mítines en lugares donde sus admirados etarras mataban a gente, piden que los polis vayan desarmados y la retirada de «las fuerzas españolas». El único peligro que tiene que enfrentar el PNV es el ridículo. Tuvo que retirar un vídeo en el que un par de chicas se echaban encima del candidato para pedirle unos selfies. Resultaron ser falsas. Las chicas, digo. Los saltitos, la emoción, las risas. Todo falso. No sé si cobraron, si se les prometió algún carguito, o medrar en el partido. El trabajo de Mr Handsome ha creado escuela. Supongo que, al ver cómo les adelanta Bildu, se están poniendo nerviosos. Pero tranquilos, anda que no hay cargos en la administración vasca, una de las más infladas de España. Hay pastel para todos. Y pagamos el resto.

Que ese David de pacotilla, un personajillo como el sociata valenciano, pretenda ponerse por encima de Abascal da risa. Todos sabemos cómo Santiago plantó cara al terror allá en el norte. Cómo el sociata y los suyos ejercen ahora de mamporreros de los proetarras. Yo quiero una España con más Abascales y menos David Calvo. Mejor nos iría.

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