«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Biografía

¡Ojalá tengamos líderes claros!

16 de octubre de 2013

A veces me he prometido no escribir más sobre el problema catalán; pero no puedo. Me duele demasiado como para pasar de él; no puedo olvidarme de los riesgos. Esto no es como una enfermedad crónica que te puede llegar a matar, pero que es asintomática. Esto es mucho más grave y duele más día por día porque, día por día, lejos de mejorar, la situación se agrava.

José Manuel Lara dijo el lunes pasado algo muy certero: “La independencia es imposible, pero la fractura social es irreversible”. Es verdad; hasta los más acérrimos independentistas saben que, salvo que el euro se hundiera y con él toda la Unión Europea, Cataluña será independiente de España cuando los pájaros mamen o cuando las ranas críen pelo. Pero el poso que va quedando en el conjunto de la sociedad es cada vez más peligroso. De todas formas, el panorama político que todo esto acarreará (me refiero al escenario de los partidos políticos catalanes) va a tener poco que ver con el perfil a que hemos estado acostumbrados. ¿Cómo es posible que el PSOE y el PP no se den cuenta de que van camino de convertirse en fuerzas casi residuales? ¿Adónde piensa llegar Artur Mas? ¿Es que piensa en algún momento en serio que logrará su objetivo? ¿No se apercibe de que CiU se va al traste?

En todo este berenjenal, cuando Esquerra Republicana consiga una mayoría minoritaria, ¿qué va a hacer, proclamar el Estado Catalán Independiente? ¿Lo hará la noche electoral en que eso pudiera suceder pidiéndole a Mas que les deje subir al balcón del Palacio de la Generalitat? ¿Y Mas, les dejará hacerlo? ¿Por qué Artur Mas se ha metido en este callejón sin salida pero tapándose también la entrada, o sea, quedándose sin vuelta atrás?
Ojalá que venga pronto alguien que sustituya a Rubalcaba y que, sin complejos, separe definitivamente las dos almas PSC y PSOE que coexisten en Cataluña. Ojalá que haya la suficiente imaginación en Rajoy como para empezar a hablar del futuro con decisión y, quizá, aprovechando que mucha gente de Unió Democrática (aunque sea sin Durán) se vaya de CiU, a construir en Cataluña un Centro-Derecha fuerte y catalanista, fiel y leal con España. Este proyecto ya lo tuvo Durán i Lleida en la cabeza allá por los años noventa en sus postrimerías, y llegó a proponérselo al PP a través de una persona que yo conozco muy bien; pero aquel PP del Aznar que hablaba catalán en la intimidad no supo tener amplitud de miras y se perdió aquella gran oportunidad.¡Nunca es tarde cuando se trata de cosas importantes!
Ojalá que no se siga cultivando el odio y la frustración, que no se siga fomentando el miedo y la división; y que los que nos sentimos totalmente desamparados tengamos líderes claros y preclaros que nos sirvan de buena referencia.

¡Ojalá, ojalá!

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