El 7 de octubre Hamás agredió a Israel de forma bestial, el grupo terrorista que gobierna en Gaza cometió una masacre que no se había visto desde el 11 de septiembre del 2001 en Nueva York, sin contar los numerosos actos terroristas cometidos en Europa, y sin enumerar los ataques diarios con cohetes lanzados hacia Israel.
Israel respondió con una guerra de defensa, como es natural. ¿Qué querían, que Israel se quedara con los brazos cruzados y renunciara a su amparo y protección? Pues no, por supuesto, de ninguna manera, Israel ha respondido firmemente y sin contemplaciones. Es más, creo que el hecho de que Israel alerte antes de bombardear para que del lado de Gaza se tomen las precauciones necesarias no es sólo un acto humano para con los civiles, es bastante amable con relación a lo que hicieron los salvajes de Hamás con los israelíes y que esos mismos civiles aplaudieron en el colmo del delirio. No voy a relatar los crímenes, la mayoría de ustedes los conoce.
Hamás impide que los civiles gazatíes huyan, no sólo los amenazan, los acribillan a ráfagas de ametralladoras cuando alguno osa escapar. Las imágenes se pueden ver en i24News. Mientras la televisión árabe Al Jazeera, de donde se nutren las televisiones y corresponsales occidentales, mentía y afirmaba que Israel había bombardeado un hospital de Gaza y que el resultado era más de 500 muertos, i24News contaba la verdad, y mostraba con lujo de planos y detalles que nada de eso había ocurrido, que el cohete hacia el hospital era un cohete lanzado por Hamás, y que el número de víctimas no pasaba de 50, si acaso. Vean i24News, y dejen de ver a la takiyera Al Jazeera. Takiya: el valor de la mentira en la religión musulmana.
A partir de ahí soltaron a los actores. Daría risa si la cosa no fuera tan grave. Pallywood se puso al día y en función de la propaganda, las producciones se multiplicaron a una velocidad insuperable, aunque con la falta de pericia que les caracteriza. Las redes sociales se cundieron de despropósitos desde plataformas que sólo atendían la información que les vendía y les vende Hamás.
Lo he contado antes, lo reitero: una de esas plataformas publicó en Xuiter imágenes en vídeos de niños gazatíes temblorosos de miedo, algunos con un líquido rojo chorreándole en las caras, pero sin heridas visibles, acompañados de adultos ubicados en medio de escombros; más tarde nos enteramos de que se trataba de un filme bien preparado para la desinformación hacia Occidente. Un absurdo indecente.
Repito: ¿qué me cuentan del actor más activo de Pallywood, que lo mismo es un periodista, que un padre adolorido con su hija pequeña herida en brazos, que un doctor atribulado que se meza los cabellos, que un herido grave otra vez al borde de la muerte junto al cadáver de su bebé…?
Y, ¿qué hay con ese plano secuencia en que alguien detrás de la cámara le da la orden a una supuesta madre para que en el momento en el que pasa junto a ella una camilla a una velocidad increíble la mujer alcance a reconocera su hija moribunda y le corra detrás en una secuencia digna del cochecito de El acorazado Potenkim, el clásico de Sergueï Eisenstein?
¿Y del otro, también moribundo, acostado a todo lo que da su obeso cuerpo en una camilla polvorienta, pero con unos pies limpiecitos en unas chancletas metedeos impolutas, que de pronto resucita y con una firme orientación de la mano avisa a los que lo cargan en peso que esperen al otro grupo rezagado que también los seguía? No sé, pero para alguien que acababa de ser rescatado medio muerto de entre los escombros tras un bombardeo resulta bastante poco creíble, más bien risible.
Pero el colmo de lo indecente sucedió en Francia, cuando la modelo y actriz Warda Anwar se prestó para burlarse de las víctimas judías de la forma más despreciable, antisemita, burda e insoportable que se pueda tolerar. La embajada de Israel en Francia no sólo protestó, al parecer ha iniciado un proceso judicial, como lo ha iniciado también Gerald Darmanin. Aquí pueden ver a la tipeja que se pregunta en tono de burla cómo habrían adobado al bebé judío que los terroristas quemaron vivo en un horno delante de sus padres, mientras una segunda voz cercana a ella añade una receta de bebé judío al horno. Asco no, lo siguiente.
Para colmo, pese a que han sido prohibidas las manifestaciones antisemitas, antioccidentales, y antifrancesas, se siguen reproduciendo; en una de las últimas en la plaza de la République, en París, se sucedieron discursos de frenético odio, en francés y en árabe, en cuyas palabras se niega que Hamás sea un grupo terrorista y se afirma que el progrom que Hamás llevó a cabo en Israel es justo y debe seguir cometiéndose no sólo en Israel, además en Francia. Ayer en Lyon apuñalaron a una mujer, por ser judía, el asesino quiso que quedara bien claro.