Yo tendrĂa 19 años y andaba España todavĂa conmocionada por el asesinato de Miguel Ăngel Blanco y esa conciencia que surgiĂł de las manos blancas hacia los corazones grises, recuerdo que estaba en un partido de fĂștbol y un aficionado del Real Madrid le gritĂł âeh tĂș, hijo de puta ven aquĂâŠâ me fijĂ© que se lo decĂa a un seguidor del Rayo Vallecano. La escena terminĂł en que este seguidor se fue corriendo y el aficionado del Real Madrid tuvo que ser agarrado por varios amigos para no salir detrĂĄs de Ă©l.
Salimos todos los amigos y sus padres, hermanas, etc y nos juntamos para tomar una cañita rĂĄpida y volver a casa, no recuerdo grandes comentarios por lo que debiĂł quedar la cosa en 0 – 0 y aburrimiento general, pero se me quedĂł grabada una frase de un tipo que estaba junto a nosotros tomando la caña. HablĂĄbamos de lo que se habĂa montado al acabar el partido entre ese aficionado del Madrid y el del Rayo cuando yo dije que âera curioso que llevase una camiseta de Soziedad Alkoholika, una bufanda del Rayo con un lema antimadridista y una bandera de Euskal PresoakââŠmomento que aprovechĂł este hombre para decir algo asĂ (no recuerdo bien despuĂ©s de tantos años):
âMira chaval escĂșchame, si un tĂo lleva una camiseta de Soziedad Alkoholika es que le gusta esa mĂșsica; si un tĂo lleva una bufanda del Rayo antimadridista es que le gusta mucho el Rayo; y si un tĂo lleva una bandera de Euskal Presoak es que es un independentista vasco. Pero si un tĂo lleva todo eso juntoâŠÂĄes que es un hijo de puta!â.
Han pasado 16 años desde aquella escena, 16 años en los que han pasado muchas cosas, buenas y malas. Por ejemplo en estos años, ETA ha sido reducida prĂĄcticamente a la nada, afortunadamente el Estado ha derrotado a esos terroristas. Pero la otra cara de la moneda es que el terrorismo yihadista ha crecido y ha puesto sus ojos en Occidente, hemos sufrido terribles atentados en España, Francia, Inglaterra, BĂ©lgica, por no mencionar las Torres Gemelas. En estos años los actores principales han cambiado, pero los aficionados no, el pĂșblico entusiasta que masajea y perfuma la idea del terrorista no ha cambiado. El hijo de puta sigue teniendo alguien a quien admirar, porque lo que realmente le interesa a este tipo de bĂpedos es destrozar todo lo que no sea Ă©l y su caverna.
Aquel âhijo de putaâ de la camiseta y la bufanda llevarĂa hoy en dĂa una bandera del ISIS, o de vaya usted a saber quĂ© AsociaciĂłn pro islĂĄmica en España que dice que âhombre si, pero claro, es que la culpa es de Aznar, porque claro bombardearon y oigaâŠ.â. Han cambiado de grupo pero les sigue poniendo cachondos la mĂșsica que se toca con la muerte y con el terror. Les han quitado un lĂder con apellido vasco y pelo de mohicano, y les han puesto un tal mustafĂĄ con kufiyya, pero a ellos les da igual, porque siguen matando a los que no son de su caverna.
El penĂșltimo hijo de puta ha sido el de Podemos Vallekas en Twitter, que publicĂł un tuit despuĂ©s del atentado de Niza que decĂa (literalmente) lo siguiente: âUn ACCIDENTE de trĂĄfico instrumentalizado mediaticamente como ataque TERRORISTA para infundir MIEDO en laâŠâ y seguido incluĂa un enlace a la cuenta de Facebook de la formaciĂłn.
Lo que han hecho los de Podemos cuando han visto el revuelo que se ha montado ha sido lo de costumbre, cerrar la cuenta y decir que van a investigar lo ocurrido. PasarĂĄ una semana y hablaremos de otras cosas y esto quedarĂĄ en el olvido. Otras veces, los podemitas usan el recurso facilĂłn de negar la mayor, diciendo que âesa cuenta no es oficialâ, el problema que han tenido esta vez es que ellos mismos comunicaron hace meses que esa si que era la cuenta oficial de Podemos en Vallecas.
Este artĂculo se titula El penĂșltimo hijo de puta porque estoy seguro de que cuando ustedes lo lean, ya habrĂĄ salido fuera de la caverna otro hijo de puta, porque España es un grandĂsimo PaĂs en el que florecen grandes encinas, grandes olivos, grandes castaños y grandes naranjos, pero si, efectivamente querido lector, en España tambiĂ©n florecen grandes hijos de puta. Vaya este artĂculo dedicado a todos ellos, los venidos y los que vendrĂĄn.