«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

PP, las siglas de Poncio Pilatos

25 de septiembre de 2014

Con ella no había sorpresas. La veías venir, desnuda de trapacerías y argucias, exhibía orgullosamente impúdica la brutal ignorancia que le llevó a proclamar, como un filósofo de matadero, que el niño que vive y habita en el vientre de su madre «es un ser vivo, pero no es un ser humano». Con ella no había sorpresas. Era brutal. Solo brutal. Para ser cruel, al igual que para ser cínico, hay que ser inteligente. Y Bibiana Aído no lo es. Ella es el empirismo con tacones de la teoria de Ortega sobre que «el hombre es el único ser que puede renunciar a su esencia, porque un tigre no se puede destigrar pero un hombre sí se puede deshumanizar». ¡ Héla ahí !, Bibiana Aido, deshabitada de humanidad, que convirtió en Ley y codificó en Derecho la muerte caprichosa por circunstancialmente conveniente del niño que vive y habita en el vientre de su madre.

Con él sí ha habido sorpresas. Lo sospechábamos, ahora lo sabemos. Mariano Rajoy, tan inteligente como un fariseo, tan cínico como un  funcionario florentino del Renacimiento, se limitó a hacer surf electoral sobre la ola de asco y espanto que provocó la Ley Aído del Aborto. Como el beso de Judas estampó en su programa electoral la promesa de reformar la ley. El tiempo de espera convirtió la sospecha en evidencia. La falta de consenso y las apelaciones a la sensatez, aducidas por Rajoy para no cumpliur su palabra, no son más que la bacinilla en la que se lava las manos y refresca la oquedad de su conciencia, en la que no hay principios, sólo un ábaco electoral que  resta vidas para ganar votos, porque las piernas de Rajoy tiemblan ante la presión de la izquierda pero se afianzan con firmeza en la traición ante la derecha que le dio sus votos a urnas y manos llenas. Tranquilo Mariano, tranquilo, le susurra Arriola mientras contempla cómo Gallardón se hace el harakiri. Tranquilo, Mariano, tenemos a la derecha domesticada, volverás a hacer surf electoralsobre sus lomos porque le tienen más miedo a Podemos y a la izquierda que a tus traiciones. ¡ Qué paradoja, Mariano, las siglas de nuestro partido coinciden con las de Poncio Pilatos, aquel gran político que para calmar a la chusma renunció a la Justicia y a la Verdad.  

.
Fondo newsletter