El pasado domingo 21 de marzo, la Fuerza Armada Nacional de Venezuela (FAN) y grupos disidentes de la guerrilla colombiana FARC, se enfrentaron en el estado venezolano de Apure.
El combate dejó 2 militares muertos y 11 heridos. El operativo de la FAN contó con un gran despliegue aéreo y terrestre en la zona de combate.
Conflicts News Worldwide, una página que reporta sobre conflictos y noticias relacionadas con enfrentamientos informó de “fuertes combates en Apure entre el ejército venezolano y un grupo rebelde de las FARC, informes de helicópteros militares venezolanos en la zona, así como ataques aéreos desde aviones”.
Por su parte, la periodista Beatriz Galindo detalló que aviones de combate K-8 realizaron un bombardeo en la parte baja de La Victoria, de Apure.
Si en Venezuela hubiese un gobierno democratico -no la tiranía criminal de Maduro- lo ocurrido en esa zona fronteriza con Colombia podría catalogarse como un enfrentamiento de rutina contra grupos irregulares, pero ese no es el asunto que ha ocupado a militares venezolanos según el director de la ONG “Fundaredes”, Javier Tarazona.
Lamentamos que la actuación de las FANB no es contra el conjunto de la guerrilla del ELN y las FARC, presentes hoy en en 20 entidades de Venezuela, lo ocurrido en la Victoria – Apure es una acción militar focal contra quienes actúan fuera de la línea de Iván Márquez y Santrich pic.twitter.com/e2DAgURPg2
— Javier Tarazona (@javiertarazona) March 22, 2021
Tarazona agregó que “es un mandado de los cabecillas Iván Márquez y Jesús Santrich contra una disidencia que dirige el terrorista Farley”.
Por su parte, la conocida abogada y defensora de los Derechos Humanos, la venezolana Rocío San Miguel, confirmó lo señalado por Tarazona.
Pareciera estarse dando una triángulación perversa en la frontera en la que se protegen las actividades del ELN para que sigan actuando con bajo perfil y sé “castigan” a la disidencias de las FARC que quieren actuar con un alto perfil
— Rocío San Miguel (@rociosanmiguel) March 21, 2021
Combates en la Victoria (Apure) lo confirman https://t.co/3CdEAT3ncM pic.twitter.com/zTmh3ifmWJ
De ser cierto lo que afirman Tarazona y San Miguel, nos encontraríamos frente a un hecho escandaloso, puesto que Maduro estaría utilizando a los militares venezolanos para acabar con los enemigos internos de Iván Márquez y de Jesús Santrich, jefes de la disidencia de la FARC.
¿Cuál es entonces la lectura correcta de los hechos suscitados en Apure si tomamos en cuenta que Nicolás Maduro ha dicho reiteradamente que “Ivan Márquez y Santrich son “bienvenidos a Venezuela y al Foro de São Paulo”? ¿Quién es el jefe de las FARC en Venezuela? ¿Márquez y Santrich son meros peones al servicio de Maduro, que pueden operar en el país solo gracias a la condescendencia del régimen chavista?
La periodista Claudia Gurisatti, directora del canal colombiano internacional de noticias NTN24, afirmó en entrevista con El Nacional que la protección que Maduro le garantiza a Jesús Santrich prueba que en Venezuela existe un régimen delictivo transnacional.
“Todo esto prueba, aún más, que lo que hay en Venezuela es un régimen delictivo transnacional. Maduro es el jefe de la estructura criminal más grande del mundo, no lo dudemos, porque desde Miraflores o su poder de facto se ha convertido en el epicentro transnacional del crimen organizado”, dijo.
Esto en respuesta a un mensaje videograbado desde territorio venezolano y hecho público el pasado 10 de marzo, en el cual Jesús Santrich amenazó de muerte tanto a Gurisatti como a su colega de la Revista Semana, Vicky Dávila y a sus respectivas familias.
Desde el punto de vista político y diplomático recordemos que Maduro no es meramente un mandatario usurpador, lo cual ya es suficientemente grave, sino el jefe de un conglomerado criminal internacional -como lo ha señalado el Departamento de Justicia norteamericano-.
Esta categoría criminal define el curso de acción para lograr un cambio de gobierno en Venezuela, mismo que, evidentemente, no será a través de un diálogo o unas elecciones, sino a través de la aplicación de la Convención de Palermo contra el crimen organizado.
¿Hasta cuándo los políticos y los diplomáticos seguirán hablando de una solución negociada en Venezuela? ¿Cuándo entenderán que con la mafia no hay diálogo posible?