«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Presidente de la asociación Una Policía para el Siglo XXI.
Presidente de la asociación Una Policía para el Siglo XXI.

Regulación masiva

15 de abril de 2024

A la Orquesta Sinfónica de Malasaña le gusta tocar el Imagine de Lennon mientras el coro entona la letra, puño en alto, con camisetas de «ningún ser humano es ilegal».

No les importa que el autor de la canción que invita a imaginar un mundo sin propiedad privada («imagine no possessions»), tuviera una choza seis veces más grande que la casona de Pablo e Irene en La Navata. No les importa un pijo porque ellos cabalgan contradicciones y punto.

En lo de la camiseta sí que tienen razón; en puridad, ningún ser humano es ilegal. Ni el que roba, ni el que asalta nuestras fronteras, pero ambos han cometido una ilegalidad, así que uno se encuentra en situación de estancia ilegal en nuestro país y el otro es amigo de lo ajeno sin pasar por caja.

Nos enteramos estos días que han aprobado una propuesta para legalizar a medio millón de ilegales de los que actualmente se encuentran en España. Justo a unas semanas de tres importantes citas electorales, pero eso seguro que es coincidencia.

La propuesta nace de una iniciativa legislativa popular llevada a cabo por 800 ONG. Voy a volver a repetirlo: 800 ONG; de las cuales 799 sólo cumplen el requisito de la O.

Una vez aprobado se puso en macha la habitual estrategia de coacción emocional para someter a la población a todos los postulados de la izquierda, bajo pena de señalamiento. Lo que no esperábamos (o sí) es que el PP participara de la campaña. Acostumbrados nos tienen a mansear en tablas de lunes a domingo, y a ceder ante cualquier dogma de los de enfrente, pero no sabíamos que Alberto y Cuca, como el niño, Íñigo, también cabalgaban contradicciones.

Así que ya tenemos a todo el Anillo de Santa Fe haciendo negocios; con Murphy, Dolan y el sheriff Sánchez (digo Brady), a la cabeza.

La primera palabra que mandaron a los medios que controlan (casi todos) fue «humanidad». El mensaje, como siempre, debía llegar al corazón sin pasar por la cabeza. El problema es que sólo unos días ante de votarse la propuesta tanto el PP como el PSOE habían manifestado su intención de votar en contra (cosa que al final, sólo hizo VOX), y llámame raro, pero yo no me fio mucho de la gente a la que le va y le viene la humanidad en función de intereses políticos.

Por mi parte, niego la mayor. A mí me puedes esgrimir causas económicas o de otra índole para defender los procesos de inmigración ilegal desbordados, pero no de humanidad. Si defiendes esos procesos por razones de humanidad, eres un ignorante o un malnacido.

Las élites económicas, por otro lado, están encantadas de tener cada vez más mano de obra barata en régimen de semiesclavitud; mientras los que llegan se dan cuanta nada más pisar suelo español de que han sido engañados. El futuro prometido no existe, casi siempre es, trabajo esclavo o ponerse al servicio de grupos criminales. Y sí, hay gente que lo consigue, pero ponerles de ejemplo es como pedirle a tu hijo que descuide los estudios y se centre en el futbol porque le ha ido bien a Cristiano Ronaldo. Una temeridad.

¿Los muertos en el mar? No importan, no cuentan, por eso se les sigue invitando a tirarse.

El descontrol en la frontera hace que se cuelen miles de lobos por toda Europa de los que no sabemos historial ni antecedentes, y que mañana se pasearán por tu barrio machete en mano amenazantes. Te lo voy a volver a repetir: por tu barrio. Por el de los que han aprobado la regularización, no. Por el tuyo.

Y por último que no falte el mantra desbordantemente estúpido, que, de tan estúpido, lo acaba creyendo la mitad del país («cuanto más grande es la mentira, más fácil se la tragan». Bunk Moreland): «Se van a revisar los expedientes uno a uno».

Miren, cualquiera que hable con las personas que están en las oficinas de gestión, sabe de sobra que la cosa ya estaba desbordada antes de aprobarse esta regularización, imagínate ahora cómo va a estar. Y también sabe que estudiar con un mínimo de rigor uno por uno los expedientes de medio millón de personas nos llevaría una década. En resumen, va a ser un coladero, como todas las regularizaciones masivas; y todo porque el PSOE pensó que le podía pasar factura entre los suyos justo antes de tres campañas electorales, y el PP se negó a perder la comba de cientos de miles de votos de aquí a unos años cuando después de la regularización venga la nacionalización. Pero eso no es humanidad, eso son intereses políticos.

¿Los mayores perjudicados? Los inmigrantes que vinieron, hicieron la cola y luego se deslomaron a currar para conseguir papeles o traer a sus hijos en procesos que en algunos casos duraron años. Colarse está mal, da igual cómo lo disfraces, está mal y punto.

Si se trata de regularizar a las personas que están entre nosotros, hombro con hombro, levantando este país, respetando nuestras normas y nuestras dinámicas sociales, y compartiendo agradecidos nuestra cultura, no se necesitaba ningún proceso masivo, eso ya se estaba haciendo a diario en las oficinas. Lo que se necesita es invertir en personal y material para agilizar esos procesos, no medidas estrella para que los ciudadanos crean que le deben todo a los políticos, y vayan agradecidos a votarles para seguir ahondando en su miseria.

Regularizar ya es algo que se hace a diario, el problema es que el proceso es lento si quieres que sea controlado, y no se nos cuelen malnacidos. Si con el mismo personal y las mismas oficinas vas a quintuplicar el número de expedientes durante meses, lo único que consigues es perder el control sobre el proceso, y ahí es donde empiezan a aparecer los lobos por un lado y los sinvergüenzas por el otro. Porque haberlos haylos.

¿Y a quién perjudican los lobos y los sinvergüenzas? Pues a ti, a mí y a los extranjeros que guardaron la cola también. ¿A quién le va a preocupar más que su hijo pueda caer en las garras de una banda latina, que a una mamá de Colombia que se pasa el día trabajando y no puede dedicarle la atención suficiente a su más preciado tesoro?

¿Y cómo le va a sentar al ecuatoriano que ha trabajado años, y ahora en una mala racha necesita cobrar un subsidio, si este se reduce a la mitad porque hay sinvergüenzas con negocios en sus países de origen que aquí lo han solicitado también? Eso es lo que generará el descontrol de una regularización masiva, no humanidad: injusticias e impunidad.

No invitemos a la gente a tirarse al mar, ayudémosles en origen para que puedan construir su propio mundo. No seamos reclamo de niños, permitamos que crezcan junto a la estabilidad emocional y la seguridad en su proyecto de vida que le proporcionan sus familias. No utilicemos a los seres humanos como números o mercancía por intereses políticos, tracemos un plan de verdad para no dejar a nadie atrás pensando en el futuro, no en las siguientes elecciones. Y, sobre todo, olvídate de lo que te haya dicho el partido, tú, ¿qué crees que es lo correcto? Lo sabes, ¿verdad?

.
Fondo newsletter