«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Reino de España S.A.

3 de octubre de 2014

-¿Lo de Caja Madrid con las tarjetas? Una fruslería. Para tarjetas las que había -y sigue habiendo en ésta casa- Yo he visto algunas en las que junto al nombre del titular pone Reino de España. Y no veas el aire que les dan… van a una cuenta de mil millones, total, qué más da. Pregúntale al dueño de… (un conocido y carísimo restaurante madrileño, de apellido vasco). Algunos que ya no trabajan aquí y ahora presiden Fundaciones por la módica cantidad de varios cientos de miles de euros al año no desayunaban ahí de milagro. Éste en concreto pagaba hasta al chófer del novio con la tarjetita. Y luego, eso sí, no se gastaba un duro de su bolsillo ni en periódicos. Venía aquí incluso los domingos para llevárselos a su casa.

-No doy crédito (nunca mejor dicho)

-Pues así era y así sigue siendo. Por eso, cuando escuchas esas chorradas de que con los diez mil millones que se van a ahorrar con la reforma de la Administración se contribuye a sufragar la partida destinada a los subsidios de desempleo te echas a reír… o a llorar. Si aquí (léase la Corporación en la que aún trabaja nuestor interlocutor) había tíos que acumularon cargos en las famosas tarjetitas hasta por sesenta mil euros en un mes. Y no precisamente para ir a hacer la compra. Si te digo para qué la utilizaban lo vas a censurar porque estamos en horario infantil.

-¿Y eso es muy común en la Administración?

-Pues claro. Cuando dice el dimitido Abejas que ésto lo hacía todo el mundo tiene más razón que un santo. No te haces una idea de la cantidad de empresas, públicas y otras que ya no lo son pero que reciben ayudas que tiene éste país… Todos dirán ahora, como el sindicalista lenguaraz, que han hecho un uso ‘razonado’ y ‘razonable’ de esas tarjetas. Y que los gastos correspondían a gastos de representación derivados de su cargo institucional. Y será muy difícil discutirlo… y mucho menos sostener que ha habido un uso irregular… hasta que alguien presente una denuncia o la fiscalía anticorrupción actúe de oficio y comience a pedir extractos de cientos y cientos de tarjetas con el escudo del Reino de España. Ahí vendrá el llanto y el crujir de dientes… o no, que diría Mariano.

Pero no se preocupen; el ritmo de destrucción de empleo se está desacelerando, siempre según opinión de Engracia. Algo de lo que todos nos congraciamos , salvo los cinco millones de paisanos que siguen sellando en el INEM, que a esos la explicación oficial les hará maldita la gracia. Lo de la desaceleración… y lo de las tarjetas.

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