Los dos agentes del CNI detenidos por revelar secretos a Estados Unidos hacen pensar en una película de Pajares y Esteso. O en unos nuevos Mortadelo y Filemón que decidieran independizarse de la TIA y trabajar por libre. En un país tomado por las potencias y no tan potencias extranjeras hace falta tener moral para pensar que se puede vender algo a Estados Unidos. Algo que no esté ya vendido.
Más bien parece una escenificación muy del PSOE por impostar independencia ante su parroquia. Son como esa canción de Renato Carosone, Tu vuò fà l’americano: «Quieres hacerte el americano, tú bailas rocanrol, tú juegas beisbol..», pero al revés: te quieres hacer el antiamericano. Vives de hacerte el antiamericano. Porque en realidad, ¿qué hay más estadounidense que el PSOE?
Cuando Pedro Sánchez fue a Israel a montarle el número a Netanyahu, pocos recordaron que España, primera en desfilar, tenía por allí la fragata Méndez Núñez bajo mando norteamericano. Antes que a nadie, Sánchez recibe a Soros y acude a rendir pleitesía a BlackRock, el gran poder financiero. Más que a Estados Unidos, el PSOE está rendido a lo que está ya por encima de EEUU.
El mediador elegido para su negociación con los separatistas catalanes en Ginebra es la fundación Henry Dunant, financiada entre otros por Soros y la Rockefeller. Iván Vélez contó en estas páginas que esta fundación fue presidida honoríficamente por Javier Solana, eximio socialista que ayuda a entender la relación del PSOE con, digamos, lo global.
Javier Solana preside el Instituto Aspen en España, que muy antiamericano no puede ser porque es un think tank de Washington financiado por las ya inevitables fundaciones Ford, Rockefeller, Gates…
Javier Solana se apellida Solana de Madariaga, porque es familia de Salvador de Madariaga, político y escritor español que ya presidió el Congreso por la Libertad de la Cultura, tapadera de la CIA que entre otras actividades organizó en 1962 el Congreso del Movimiento Europeo de Munich, también llamado Contubernio por el franquismo, que muy lejos no andaba de acertar. De ahí, como mínimo, proviene el federalismo que sufrimos y sufriremos, un federalismo que es al federalismo lo que las democracias de posguerra europea son a la democracia real.
El PSOE, de casta le viene, ha sido instrumento pastor para el tutelaje de España por Estados Unidos y Alemania, subpotencia subyugada continental, y para su inserción docilísima en todos los organismos internacionales a los que Pedro Sánchez defiende y para los que trabaja —así empezó su carrera,— como obediente y cruel capataz que es. Desde Washington a Bruselas, pasando, cómo no, por Davos. Sánchez y el PSOE tienen de antiamericano lo que yo pueda tener de budista, y por eso cuando les toca jubilarse o ultimar el momio, los Iceta de turno no se van a San Petersburgo sino a sitios como la Unesco, que está en París pero es de origen, por supuesto, anglosajón.
Por eso, repitamos al son de Carosone:
Tu vuò fà l’antiamericano
antiamericano, antiamericano…
Tu parli di Hamas
Inganni con Sumar
ma l’agenzia di Ferraz
chi te li dà?
il potere dei Global
tirorirorirorá…