El pasado lunes 19 quedó oficializado como nuevo presidente de la República de Perú para el periodo 2021-2026 el candidato del Foro de Sao Paulo, Pedro Castillo, aunque con una sombra de fraude.
A diferencia de los venezolanos que votaron por Hugo Chávez en 1998, el pueblo peruano sí conoce el guion que intentarán ejecutar Pedro Castillo y Vladimir Cerrón desde el gobierno. Y lo sabe porque durante la campaña electoral se le advirtió innumerables veces, se le alertó sobre la naturaleza y verdaderas intenciones de lo que sería esa administración por una parte y, por la otra, porque la terrible experiencia venezolana está a la vista para saber lo que va a ocurrir.
Si el guion se cumple, como es de suponer, Pedro Castillo anunciará la convocatoria a una Asamblea Constituyente. Lo ofreció en varias oportunidades durante la campaña electoral reiterándolo el 7 de julio -a horas de haberse realizado la segunda vuelta electoral-. El portal Gestion ese día tituló: «Pedro Castillo: ‘El 28 de julio pediremos al Congreso que agende instalación de la Asamblea Constituyente'».
Este paso es de vital importancia para los comunistas, porque es la manera de destruir la democracia desde adentro y perpetuarse en el poder, como hicieron Chávez, Maduro, Evo Morales y Daniel Ortega, socios de Castillo.
Urge conformar en los próximos días un Comité pro defensa de la Constitución capaz de crear un poderoso movimiento de opinión que ponga coto a los planes totalitarios de Pedro Castillo
Sin embargo, para lograr el objetivo, Perú Libre no las tiene todas consigo, porque una victoria con tan pocas décimas de diferencia con el segundo, junto a las sospechas de fraude existentes, le restan la legitimidad y el apoyo necesarios para modificar las estructuras del Estado. Además, Perú Libre no cuenta con mayoría calificada en el Congreso.
Adelantándose al paso que dará Castillo, los peruanos que desean defender la democracia y las libertades, para que no les ocurra lo mismo que a los venezolanos, deberán organizarse desde ahora.
Mientras más pronto comience la resistencia organizada en contra del modelo comunista, mayor será la posibilidad de evitar la desaparición del sistema de libertades en esa nación. Si se impide que Perú Libre cambie la Constitución, Castillo tendrá una «camisa de fuerza» legal, por así decirlo, que le hará imposible imponer el castro-comunismo en el Perú.
En este sentido, urge conformar en los próximos días un Comité pro defensa de la Constitución capaz de crear un poderoso movimiento de opinión que ponga coto a los planes totalitarios de Pedro Castillo.
