«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Respuestas políticas al terror

10 de enero de 2015

Tras la barbarie de los matarifes islamistas, que han dejado tras de sí 17 cadáveres en nombre del profeta, cabe ahora prestar atención a la respuesta dada por la ‘clase política’. Por la francesa, como es natural. Y compararla con la ofrecida por políticos españoles en un pasado no lejano y en circunstancias perfectamente intercambiables con las actuales.

Ya nos hubiera gustado en España que, a las pocas horas de la masacre de Atocha que desembocó días después con la instalación en el Palacio de La Moncloa de José Luís Rodríguez Zapatero, José María Aznar hubiera tenido la humildad, o al menos la inteligencia política, de recibir en su despacho al entonces líder de la oposición. Pero no lo hizo y tampoco le dió apenas cuartel en aquellas primera horas de confusión en las que TODOS los españoles, pensábamos que los asesinos eran etarras. Y ya me hubiera gustado que el PSOE, en vez de comenzar a arañar desesperadamente votos de la forma más mezquina en cuanto comenzaron a surgir las dudas, hubiera cerrado filas en torno al entonces Gobierno de España. Y en torno a su presidente, mal que les pesara.

Ninguna de las dos circunstancias se produjo y sí en cambio, pudimos contemplar, con la desolación propia de quienes no creen haber elegido a políticos tan mediocres, a un Gobierno empeñado en seguir engañándose -pensando que seguía habiendo dos vías de investigación cuando era evidente que ya sólo cabía una- y a una oposición entrenida con aquellos macabros mensajes del ‘pásalo’, siendo un hecho probado -porque muchos lo han reconocido- que en un porcentaje elevadísimo partieron de militantes y cargos públicos socialistas, nacionales y provinciales, por mucho que le joda al joven Pablo Iglesias.

Hemos visto éstos días en Francia a un presidente socialista, cuya mediocre ejecutoria política va camino de igualar a la del tal Zapatero, recibir en el Elíseo al lider del centro derecha francés, Nicolas Sarkozi, en el mismo día de la matanza. Y hacer lo propio un día después con la ‘lideresa’ del Frente Nacional, Marine Le Pen. Evidentemente Francia no es España porque en España ‘manca finezza’, que diría un italiano.

Lástima que el talento político se haya terminado a la hora de convocar a Le Pen, a la que, segun las encuestas un 25 por ciento de los franceses tiene intención de votar en los próximos comicios, a la gran manifestación del domingo día 11. La hija de Jean-Marie Le Pen por lo pronto ya ha recogido el guante y ha afirmado lo único que cabe esperar de una política inteligente; que ella no va adonde no le invitan. Sabe que es la gran beneficiada en el actual tablero político y no tiene prisa. Los demás, también lo saben. Así se entiene mejor por qué prefieren obviarla. Aunque mucho me temo que les va a dar igual.

.
Fondo newsletter