«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
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Alicante, 1987. Escribe noticias desde que tiene uso de razón. Ha trabajado en radio, prensa escrita y televisión en medios como Radio Intereconomía, El Toro TV y Okdiario. Siempre en los últimos reductos de la libertad de expresión.
Alicante, 1987. Escribe noticias desde que tiene uso de razón. Ha trabajado en radio, prensa escrita y televisión en medios como Radio Intereconomía, El Toro TV y Okdiario. Siempre en los últimos reductos de la libertad de expresión.

Sadomasoquismo

2 de marzo de 2023

El lunes fui a una sala de cine 4D por primera vez. Y última. Para quien no haya probado la experiencia, la cosa consiste en ver una película en un asiento que se mueve sin parar, como en un parque de atracciones. Cuando en pantalla pelean, el asiento te pega puñetazos en la espalda. Y para rematar, de vez en cuando notas unos latigacitos en las piernas. No conseguí saber si te pegan con cintas o solo te lanzan un chorro de aire muy comprimido. Que te echen manguerazos de agua –a Dios gracias– es opcional. Todo por el módico precio de dieciséis euros. 

La vida debería ser fácil: pagas, lo pasas mal, no vuelves, y se acaba el asunto. O votas, te engañan, te roban, no votas más a quien hace todas estas cosas, y los malos gobernantes se van a su casa. En España no. En España, el PSOE nos maltrata, nos roba, nos sube los impuestos por encima de la media europea, se gasta nuestro dinero en prostitutas y cocaína, y no baja de 90 escaños en la mayoría de las encuestas. En un país normal no es que el Caso Mediador le costase la dimisión al Gobierno en pleno, es que una banda criminal como el PSOE no existiría hace décadas. En El Salvador, probablemente estarían haciéndoles compañía a los mareros en prisión.

No sé si somos una sociedad tan moralmente enferma que ya no podemos reaccionar ante la presunta corrupción del ‘Tito Berni’ y sus amigos, si los 200 millones de euros públicos con los que Pedro Sánchez se compra el silencio de la mayoría de medios de comunicación cada año son más efectivos incluso de lo que pensaba, o si es que el 30% de ciudadanos que trabajamos en el sector privado y soportamos el peso económico del otro 70% del país estamos tan ocupados trabajando y sobreviviendo al expolio fiscal que ni nos sobra tiempo para salir a las calles a pedir que nuestro dinero se gaste en Sanidad y Educación. Que no, no deberían ser dos amigas de parlamentarios socialistas. 

Tiempo libre tienen los diputados aficionados a las cenas caras. De 700 euros por cabeza y con el resto del país confinado. Los diputados y las diputadas, más que por contentar a Irene Montero, por ser escrupulosos con la verdad. Porque parece ser que ahí estaban también Micaela Carrillo, Ana Prieto, Uxía Tizón y Andrea Fernández, la responsable de políticas de Igualdad de los socialistas. Fernández ha anunciado que se va a emprender acciones legales contra «los petimetres que se lucren haciendo daño con difamaciones». Esperemos que sepa utilizar la justicia mejor que la palabra petimetre. Si quiere ver uno, una o une no tiene más que mirarse al espejo. Espero que en esa fiesta por lo menos les diera la turra a todos con la abolición de la prostitución, ley de la que es ponente. 

Luego si alguien está espabilado y con este panorama se va de España para no vivir preso de los caprichos del Gobierno, a Yolanda Díaz la invade un espíritu patriótico y pide «compromiso con España». Que se lo digan a Ferrovial, que según la vicepresidenta ha crecido «al albur de enormes contratos públicos». Su profesora de Lengua y Literatura -.la de Yolanda, no la de Ferrovial– debió ser Andrea Fernández. 

Y además esta semana algún medio hablaba de que a Íñigo Errejón le gusta el sadomasoquismo porque a una mujer con la que se acostaba le dijo supuestamente «mi zorra, vienes a que te ordene». No, señores. El sadomasoquismo, a los que les gusta de verdad, es a los votantes del PSOE. 

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