«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
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Actor. Cine, teatro y televisión. Fue diputado en el Congreso de los Diputados y jefe de grupo en las Cortes Valencianas. Actualmente trabaja en 7NN. Dirige y presenta 'ConToni' los sábados por la noche.
Actor. Cine, teatro y televisión. Fue diputado en el Congreso de los Diputados y jefe de grupo en las Cortes Valencianas. Actualmente trabaja en 7NN. Dirige y presenta 'ConToni' los sábados por la noche.

Sánchez y Zapatero también son ratas chepudas

4 de agosto de 2024

Tengo un amigo cubano que salió pitando de su isla hace décadas asqueado por la violencia y el reparto de la miseria sociata. Emigró a Venezuela, que por entonces era la perla caribeña. A los pocos años de rehacer allí su vida, vio cómo Chávez tomó el poder y destrozó el país, ayudado por los cubanos y un grupito de pijos rojeras españoles; idiotas que, como decía el genial Churruca, estaban convencidos de que el fracaso del colectivismo se debía a que no lo dirigieron ellos.

Mi amigo tardó poco en reconocer el virus que destrozó su patria y, de nuevo, salió pitando. Directo a España. Aquí gobernaba Rajoy, que desaprovechó la que quizá fuera nuestra última mayoría absoluta. Despolitizar la justicia, cambiar la ley electoral para echar al nacionalismo del congreso, instaurar controles independientes, garantizar el uso del español, ilegalizar a los pro terroristas, bajar los impuestos, aligerar la administración y modernizar el país eran algunos de esos cambios que, ilusos, pedimos desde nuestros escaños los diputados de UPyD y Ciudadanos. Aún así, mi amigo vivía tranquilo.

Comparado con Cuba o Venezuela, España era el cielo. Hasta que comenzó a ver desfilar por las televisiones, tratados como simpáticas estrellitas mediáticas, a toda una serie de ratas chepudas que salían al abrigo del 15-M y que reconoció al instante. El virus sociata atravesaba el océano y seguía persiguiéndolo, ¡maldito sea! En las conversaciones que manteníamos siempre había quien hablaba de esos comunistas con admiración, simpatía, sin darles mucha importancia. El cubano se desesperaba. ¡A esos sólo los sacareis del poder con los pies por delante!, bramaba. La gente le tomaba como un exagerado. Aquí no sucederá nada de eso, estamos en Europa, decían. Pero la unión europea quedó para los tapones y para depredar nuestro bolsillo. Y Sánchez es nuestra nueva rata chepuda.

Ahora vemos cómo en Venezuela se demuestra una vez más que un dictador de izquierdas sólo sale del gobierno con los pies por delante. Maduro trampeando las elecciones, ¡qué escándalo! Pero, ¿qué esperaban? Monedero y Zapatero de cómplices. ¿Qué coño esperaban?  Ministros del gobierno español que reconocen el pucherazo de Maduro. ¡Qué sorpresa! España junto a China, Rusia, Irán, los putrefactos de Puebla y grupos como Hamás o Hezbolá.

Zapatero desaparece. El PSOE tarda días en decir nada y ahora pide transparencia a Maduro. Te tienes que reír. Es como pedir a Sánchez que diga la verdad. Nuestro Presidente acaba de vendernos por otro plato de lentejas que le mantenga a él y a los suyos en el poder. En una sola semana, dos golpes. El Venezolano y el español. La izquierda le va a dar a los señoritos golpistas catalanes lo que ya disfrutan los señoritos vascos y navarros. Nos vamos a reír escuchando a los Paje, Lambán y compañía. Yo prefiero a las Diana Morant o a los Lobato. No hacen el paripé de Paje, que amaga y nunca golpea.

Ahora todos abren la boquita. Cuando les tocan la pasta. La amnistía o la politización de la justicia no les importa. Pero, ¡ay, la pela! Luego vendrá la otra línea roja. El referéndum. Pero yo quiero un referéndum. Cada vez más españoles queremos de una vez un puñetero referéndum. Si van a tener independencia fiscal y además hay que pagarles pensiones y subsidios, que se independicen del todo.

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