Una vez concluida la conferencia política del PSOE y vencido el maldito virus de la gripe que postró a Rubalcaba, el PSOE se propone, a través de internet, dar a conocer esta cantidad ingente de novedades programáticas que han llevado a exclamar a sus líderes todos a una: el PSOE ha vuelto.
Pero, ¿con qué ha vuelto? ¿Ha vuelto con ideas novedosas? ¿Ha vuelto con caras nuevas? Las ideas, según resumen ellos mismos, son tres: suprimir de la declaración de IRPF a los parados y a las rentas más bajas, abrir las primarias a simpatizantes y denunciar los acuerdos con la Santa Sede, en la Conferencia hablaban de Concordato ignorando que ya no estaba vigente. Como ven, brillantes y novedosas ideas que pretenden mostrar un giro a la izquierda o lo que también ellos mismos han sintetizado como su retorno al rojo político o quizás hablan más bien de ponerse rojos por haber dedicado tanto tiempo y esfuerzo en esta Conferencia para no avanzar nada.
De estas tres cuestiones, acepto como nueva la idea de suprimir la declaración de IRPF a las rentas inferiores a 16.000 euros –ahora está en 13.000– lo que supone aproximadamente un 10% de los contribuyentes y, como suele ocurrir con el PSOE, esta brillantez encierra trampa. La trampa es que, en muchos casos, si estos contribuyentes hicieran la temida declaración de renta, se encontrarían con la sorpresa de que les toca a devolver y al no hacerla le ceden al Estado estos tan agradecidos euritos. Las primarias abiertas ya estaba dicho. Lo de la Santa Sede es solo el eslogan para cuando no saben qué decir, nunca han hecho nada.
Cuestión bien distinta en cuanto a renovación es lo de las caras nuevas. Sale como nuevo y emergente líder una joven promesa del socialismo español: Alfredo Pérez Rubalcaba, ¿Lo conocen? Químico de formación, preclara mente política, la mejor de España, en palabras de su primer mentor Felipe González aunque, según el mismo analista, con crisis de liderazgo. ¿Cómo se ha suplido esta carencia? Muy fácil, con Susana Díaz, la secretaria general in péctore del PSOE andaluz y actual presidenta de la Junta de Andalucía, que si bien necesita tiempo para optar a la candidatura como presidenta de Gobierno, no necesita tantos años para prepararse como se requerirían para presentar a otro candidato, que con suerte acabara ganando y gobernara un tiempo; todo este iter no baja de 12 años y, convendrán conmigo, eso es mucha espera. Dicen las mentes pensantes socialistas, los de la vieja guardia, que el nuevo candidato debe tener: ningún pasado, poco presente y mucho futuro. Susana cumple perfectamente este modelo y como méritos propios añade ser mujer, ser la jefa de la federación más importante del PSOE, tener a la otra gran federación, la catalana, hecha unos zorros e incapaz de competir y cumplir con la canción: tener un ratón chiquitín (Rubalcaba ya en las últimas)… que sueña que es un gran campeón jugando al ajedrez.