«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Hughes, de formación no periodística, es economista y funcionario de carrera. Se incorporó a la profesión en La Gaceta y luego, durante una década, en el diario ABC donde ejerció de columnista y cronista deportivo y parlamentario y donde también llevó el blog 'Columnas sin fuste'. En 2022 publicó 'Dicho esto' (Ed. Monóculo), una compilación de sus columnas.
Hughes, de formación no periodística, es economista y funcionario de carrera. Se incorporó a la profesión en La Gaceta y luego, durante una década, en el diario ABC donde ejerció de columnista y cronista deportivo y parlamentario y donde también llevó el blog 'Columnas sin fuste'. En 2022 publicó 'Dicho esto' (Ed. Monóculo), una compilación de sus columnas.

Un sistema de salud

1 de enero de 2025

Con el final de año llegan las listas un poco latosas de lo mejor y lo peor. Ahora esto se complementa con los llamados wrapped, listas que nos mandan las aplicaciones con lo que hemos escuchado, leído, caminado… Son informes de gestión que, un poco antes de Nochevieja, valoramos reunidos con nosotros mismos en la junta de accionistas.

Esto ya es tan habitual que creo está afectando a la exhaustividad de las otras listas. Estamos hartos de repasarlo todo…

Esos informes nos deberían ayudar a formarnos la gran decisión de estas horas finales –en las que perpetro esto–: el propósito de Año Nuevo.

A la moda del wrapped no se ha apuntado el gimnasio al que llevo años sin ir y que sigo pagando. Llegué a estar apuntado a dos gimnasios y a no pagar ninguno. No eran caros, es verdad, pero al final sumaban algo… La idea era parecida al seguro de asistencia sanitaria: que si me da por hacer deporte, haya un sitio cerca donde acudir.

Pagar el gimnasio al que no voy me da una tranquilidad enorme. Es la base de mi serenidad, de que pueda seguir haciendo planes de mejoría física.

La salud, a partir de cierta edad, se acaba convirtiendo en un sistema de creencias muy importante. Un sistema de salud personal: qué hacer, qué comer. Están la religión y la ideología política, pero muy cerca anda la ideología calórico-deportiva que no sabemos muy bien si es ciencia o superstición, pero en cualquier caso algo muy personal.

En 2023 murió Sánchez Dragó, que según propia confesión tomaba 68 pastillas antienvejecimiento en cinco tomas diarias, como las cinco paradas para rezar del Islam. Y en 2024 murió Ana María Lajusticia, que vendía esos frascos con pastillitas y daba sabios consejos sobre alimentación y suplementos. A medida que ella cumplía años (llegó a los cien) esos consejos eran más valorados.

Desmoraliza mucho cuando se te muere el gurú. Los frasquitos de Lajusticia empezaron a entrar desordenadamente en mi casa. Tomo magnesio, zinc, o vitamina D sin saber por qué, y luego a lo mejor unas cúrcumas. Lo hago a rachas. El vicio es constante, la virtud muy floja. «Algo harán», me digo. He detectado que tomarlas no tiene que ver con mi estado físico sino emocional.

A partir de los 40, quien no tiene un sistema de salud no sabe estar. Un amigo camina y cena sopas de cebolla todas las noches. Ha elegido una salida ascética y económica. Intenté seguir su consejo, pero me quedé encallado en escoger el mejor tutorial de Youtube sobre la preparación de la sopa.

La voluntad es la que determina cuánto se sigue la ‘ideología de salud’, pero su elección depende de la información y, no sé ustedes, pero yo me pierdo. Ya no sé si las cosas que antes eran buenas ahora lo son y, si lo son, cuánto lo son. El ayuno, por ejemplo. Leí que Trump se olvidaba de comer durante el día y luego cenaba hamburguesas. Las personas dubitativas o indecisas lo pasan fatal con esto porque las posibilidades son enormes. Hay mil dietas, rutinas, suplementos… Incluso se puede no hacer nada.

Creo que antes de movilizar mi voluntad en unas coordenadas concretas en los ejes de ejercicio (x) y alimentación (y), debo elegir muy bien la combinación. Y eso es lo que me está costando… Estoy deseando cuidarme, pero aun no sé cómo.

Cada uno sabe si cree en Dios, su ideología política y su equipo de fútbol, pero si a principio de año no tiene un sistema de salud, es un ser a la deriva.

Antes que la enfermedad llega el miedo. Un crujido, un chirriar. Como ciertas señales en una peli de terror. Es más, la enfermedad de los seres queridos es también una isla rodeada de nuestro miedo. Antes que el metafísico miedo a la muerte llega el menos trascendente miedo a enfermar.

Este inicio de año me pilla otra vez sin sistema, barajando opciones, aunque con el primer trimestre del gimnasio pagado, por si se me aparece la solución.

A usted, querido lector, base no viscoelástica de mi descanso, le deseo salud y suerte en este 2025.

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