Cáritas Francia atendió en 2011 a un millón y medio de personas ● La mayoría de los ‘excluidos’ son mujeres, niños y extranjeros
Un total de 1.422.000 personas acudieron el año pasado a los locales de Cáritas Francia en busca de ayuda. Más de la mitad eran niños. La asistencia católica alerta de que en los últimos 10 años, la situación de las familias más necesitadas se ha degradado considerablemente.
En su informe anual, la ONG de la Iglesia constata dos problemáticas. En primer lugar, la pobreza de larga duración. Es decir, aquellas personas que no logran salir de la miseria “debido a la crisis del empleo”, que es el principal factor de la pobreza, explica François Soulage, presidente de Cáritas Francia.
La segunda característica de esta tendencia que preocupa a la organización es la “feminización”. “Cada vez hay más mujeres pobres” debido al aumento del número de familias monoparentales: Cáritas atiende a unas 160.000 madres solteras, según los datos del estudio publicado. “Hay muchas mujeres separadas que se quedan con sus hijos y luchan por sacarlos adelante”, indica el responsable.
Inmigración
El informe anual revela además una presencia importante de extranjeros en los centros de asistencia que se eleva al 35% del total de las personas atendidas. La mayoría de ellos son inmigrantes en situación regular que no encuentran trabajo. El 68% de los desfavorecidos que piden ayuda son aquellos que viven con un presupuesto inferior a 500 euros al mes para mantener a una familia. Sus gastos suelen superar sus ingresos, por lo que el 60% tiene deudas.
Cáritas alerta de que el número de personas en esta situación ha aumentado en 800.000 durante los últimos años. En el contexto actual de crisis, “muchos de los ciudadanos que caen en la pobreza no logran salir de ella”, apunta Soulage.
En general, los hogares más necesitados tienen deudas relacionadas con el alquiler de su casa o las facturas energéticas. Ante tal situación, los servicios de asistencia social no dan abasto. El porcentaje de necesitados que acude a Cáritas Francia ha pasado del 42% al 50%. “Los poderes públicos no hacen lo suficiente para ayudar a estas personas”, asegura François Soulage.
Cáritas Francia ha solicitado a François Hollande la puesta en marcha de un plan contra la exclusión que contenga una serie de medidas “imprescindibles” para ayudar a este sector. La asistencia católica de Francia apela al Estado para que se revaloricen las ayudas mínimas destinadas a las familias más desfavorecidas. También propone al Gobierno una reducción de los principales gastos fijos que estos ciudadanos tienen que afrontar cada mes como los alquileres, la factura de la electricidad así como procurar para ellos una rebaja en el precio de los transportes.