«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Otra vez la República de profesores

9 de mayo de 2016

Recordemos que la II República fue considerada “la República de profesores”; tantos eran los diputados que provenían del mester docente. Mucho me temo que, si se lleva adelante el “Gobierno de cambio y de progreso” (Podemos+PSOE+algunos independentistas) se repetirá la Historia, pero como farsa, que dijo el clásico. Por lo menos, en la II República peroraban algunos profesores egregios, como Ortega y Gasset. Pero ahora los políticos docentes han degenerado mucho; ya no publican libros y no parece que hayan leído libros.

Me pregunto qué lecciones de Economía habrá dado el tal Pedro Sánchez en la Escuela de Negocios donde profesa. No digamos, las de Ciencia Política que habrá impartido Pablo Manuel Iglesias en mi Facultad de la Complutense. Me imagino que expondrá las bondades de los regímenes de Corea del Norte, Cuba y Venezuela. No resulta fácil adivinar la Historia que puede explicar Oriol Junqueras en sus clases. Me avergüenza un poco pertenecer al mismo gremio docente que el de los tres ejemplos que cito. Los tres son decididamente republicanos. Menos mal que ya me han “emeritado” y, por tanto, no tengo que escribir más libros. Pero me queda todavía el ojo clínico para averiguar quién lee y quién no.

Un profesor no suele ser un buen político, aun admitiendo todas las excepciones. O vamos a setas o a rolex. El buen docente se caracteriza por la duda metódica, mientras que el buen político debe procurar que se le vea instalado en la verdad inconcusa.

Comprendo la tentación de llegar a mandar que cautiva a tantos profesores de Universidad. Su oficio primero suele ser bastante penoso y oscuro, dependiendo siempre de la pesada burocracia del alma máter. Qué sensación de plenitud debe de ser la de acaparar, como líder de un partido, la atención continua de los medios, abrir todos los periódicos.

Las tres personalidades que cito han mantenido sendas conductas mal educadas con el Rey, cada uno a su estilo. Pedro Sánchez (el del cuerpo musculado) engañó al Rey asegurándole que contaba con los votos para formar Gobierno. Pablo Manuel Iglesias (el de la coleta narcisista) fue a ver al Rey con el atuendo que lleva en una asamblea de la Fácul. Oriol Junqueras (la cara es el espejo del alma) ni siquiera se dignó aparecer por Zarzuela. Si estos tres profesores que digo van a ser la representación de la III República, me quedo con el Botas de la II, el presumido don Niceto. Menos mal que ahora disponemos de un buen candidato para presidir la República: Felipe de Borbón y Grecia.

.
Fondo newsletter