Un grupo de 10 hombres presuntamente adscritos a las rebeldes Fuerzas Populares de Defensa (PDF) de Birmania ha sido detenido tras ser responsabilizado del asesinato del padre Donald Martin Ye Naing Win, ocurrido el pasado 14 de febrero.
Ese día el sacerdote Donald Martin, de tan sólo 44 años, ejercía sus funciones eclesiásticas en la pequeña aldea de Kan-Gyi-Daw, en donde hacen vida unas 38 familias católicas. Informaciones locales apuntan que los asesinos además se dieron a la tarea de destrozar los restos del religioso en la Iglesia de Nuestra Señora de Lourdes.
«Que la sangre y los sacrificios de innumerables personas inocentes, como el padre Donald Martin Ye Naing Win, sirvan de ofrenda para poner fin a la violencia que hiere a toda la nación. Aprendiendo de estas desgarradoras experiencias que hemos vivido, elevemos nuestro espíritu fraternal y hagamos una sentida súplica para que se ponga fin a la violencia», ha escrito en un comunicado la Conferencia Episcopal de Birmania.
«Mientras la Iglesia reza para que se haga justicia, instamos a los responsables a que asuman toda la responsabilidad por el asesinato del padre Donald Martin y a que garanticen que no se repitan tragedias como ésta (…) Que el alma del padre Donald Martin Ye Naing Win descanse en paz eterna por la misericordia de Dios», señala además el remitido, difundido por Asia News.
Una vida dedicada a la comunidad
La agencia noticiosa Fides ha recalcado que unos 5.000 feligreses asistieron al funeral del padre Donald Martin, llevado a cabo en el pueblo de Pyin Oo Lwin. La colectividad ha recordado allí su compromiso social con las comunidades, en donde había puesto especial interés en desarrollar actividades educativas dirigidas a la población joven.
Birmania (también conocida como Myammar) se encuentra sumergida desde hace años en un cruento conflicto civil, siendo gobernada desde 2021 por una junta militar que no es reconocida por el opositor Gobierno de Unidad Nacional (NUG) y su correspondiente brazo armado, que se agrupa en torno al PDF.