«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La vinculación entre la Cofradía de Mena y la Legión se remonta a 1921

La Legión vuelve a llenar las calles de Málaga en Jueves Santo con el solemne traslado del Cristo de la Buena Muerte

Momento del traslado del Cristo de la Buena Muerte y Ánimas. Álex Zea

Un año más, La Legión ha desfilado por el centro de Málaga en el día grande de su vinculación con la ciudad: el Jueves Santo. El cuerpo castrense ha llegado a primera hora a bordo del buque Furor de la Armada Española, atracando en el muelle 2-Palmeral de las Sorpresas poco antes de las 10:00 horas.

Durante la maniobra de aproximación, los legionarios entonaron El novio de la muerte, el cuplé que se ha convertido en emblema musical del cuerpo, aunque no debe confundirse con su himno oficial, La canción del legionario. Tras el atraque, descendieron uno a uno por la pasarela a paso ligero y formaron ante las autoridades presentes en el puerto.

Desde allí, el cortejo se dirigió a través del centro de Málaga hasta la Plaza Fray Alonso de Santo Tomás, donde tuvo lugar el esperado traslado del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Ánimas, titular de la Cofradía de Mena. El acto comenzó con el relevo del estandarte y continuó con el solemne traslado de la imagen, portada a hombros por trece legionarios desde la Iglesia de Santo Domingo hasta su trono procesional.

El momento más sobrecogedor se vivió cuando la escuadra de gastadores alzó a pulso al Cristo mientras volvía a sonar El novio de la muerte en una plaza abarrotada de público. Minutos antes de las 13:00 horas, finalizó la ceremonia con la elevación del Cristo mediante un sistema de poleas, colocándolo en posición vertical sobre el trono de 2.650 kilos de peso. A continuación, la compañía de honores y la banda de música se retiraron desfilando, entre los aplausos de los asistentes, que cada año esperan durante horas para presenciar este acto.

Si la meteorología lo permite, esta tarde-noche la Legión participará en la procesión oficial de la Cofradía de Mena, acompañando tanto al Cristo de la Buena Muerte y Ánimas como a Nuestra Señora de la Soledad Coronada, cuyas imágenes serán portadas por más de 500 hombres de trono.

La vinculación entre la Cofradía de Mena y la Legión se remonta a 1921, y el Cristo de la Buena Muerte fue declarado protector del cuerpo militar en 1928. La talla actual es un crucificado neobarroco de madera tallada y policromada, obra del escultor malagueño Francisco Palma Burgos, realizada en 1942 como homenaje a la original de Pedro de Mena, destruida en 1931 tras la proclamación de la Segunda República. La imagen fue restaurada en 2001.

La Legión, uno de los cuerpos más emblemáticos de las Fuerzas Armadas de España, nació el 28 de enero de 1920 mediante Real Decreto bajo el nombre de ‘Tercio de Extranjeros’, fundado y dirigido por José Millán Astray. No obstante, se considera como fecha oficial de fundación el 20 de septiembre de 1920, día en que se alistó el primer legionario, Marcelo Villeval Gaitán. Desde entonces, la Legión ha estado presente en algunas de las misiones más complejas de la historia reciente: Bosnia, Serbia, Macedonia, Líbano, Afganistán, Irak, Mali o Congo, entre otras.

Fiel a su espíritu, al grito de «legionarios a luchar, legionarios a morir», la Legión ha mantenido su legado de entrega, sacrificio y culto al combate, incluso en un tiempo en que pocos comprenden la grandeza de su vocación.

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