Al menos 200 cristianos han sido asesinados este fin de semana en un ataque nocturno perpetrado por radicales armados, que irrumpieron mientras las víctimas dormían. Según ha informado la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), los cristianos del estado nigeriano de Benue fueron brutalmente quemados vivos, apuñalados o ejecutados a tiros mientras intentaban escapar de la masacre, en medio de los gritos de «Allahu Akhbar».
El clero local ha informado que, horas antes del ataque, la policía evitó un primer intento de asalto a la iglesia de San José de Yelewata, donde se refugiaban hasta 700 personas desplazadas. Sin embargo, los agresores se dirigieron entonces a la plaza del mercado, donde prendieron fuego a las puertas del refugio utilizando combustible y comenzaron a disparar indiscriminadamente en la zona donde dormían más de 500 personas.
En este contexto, los primeros informes hablaban de al menos 100 muertos en una masacre que se prolongó durante aproximadamente tres horas. No obstante, datos recopilados posteriormente por la Fundación para la Justicia, el Desarrollo y la Paz (FJDP) de la diócesis de Makurdi han elevado la cifra total de víctimas a cerca de 200, convirtiendo este ataque en uno de los más atroces registrados en la región.
Durante el rezo del Ángelus este domingo, el Papa León XIV ha expresado su profundo pesar por las víctimas, refiriéndose a ellas como «brutalmente asesinadas» en «una terrible masacre», y ha recordado que la mayoría eran desplazados internos acogidos por la misión católica local. El Pontífice ofreció sus oraciones por «la seguridad, la justicia y la paz» en Nigeria, manifestando una especial preocupación por las «comunidades cristianas rurales del estado de Benue, que han sido víctimas constantes de la violencia».