«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Más del 56% de los andaluces se identifican como religiosos

Repunta el cristianismo en Andalucía con el doble de creyentes que de ateos ante las incertidumbres internacionales

Cristo de la Salud y Virgen del Refugio de la Hermandad de San Bernardo. Europa Press

El cristianismo va a más en Andalucía y en los últimos tiempos ha experimentado un importante crecimiento, especialmente en su vertiente popular y tradicional. Así lo reflejan los datos más recientes del Barómetro Andaluz, elaborado por la Fundación Pública Centro de Estudios Andaluces (Centra), un organismo vinculado a la Junta de Andalucía. Según esta encuesta, realizada entre el 17 de marzo y el 3 de abril de 2024, más del 56% de los andaluces se identifican como religiosos en mayor o menor grado, lo que supone un repunte notable respecto a los niveles registrados antes de la pandemia.

Este fenómeno no es aislado. De hecho, la proporción de quienes se consideran «muy religiosos» ha escalado hasta el 10,7%, una cifra que ha crecido en más de tres puntos porcentuales en los últimos cinco años. Por el contrario, el grupo de personas que se declara atea ha descendido del 6,2% en 2019 al 4,6% actual. Los que se consideran «religiosos» sin más representan el 19,1%, mientras que un 26,6% se describe como «algo religioso» y un 20,1% como «poco religioso». En conjunto, el número de creyentes duplica con holgura al de quienes se declaran no creyentes.

Detrás de este auge hay múltiples factores, según apuntan especialistas en historia y sociología de la religión. En contextos marcados por el miedo, la inseguridad o la incertidumbre —como han sido la pandemia de COVID-19, la guerra de Ucrania, los vaivenes internacionales o episodios críticos como los recientes apagones—, muchas personas tienden a buscar refugio en lo espiritual, lo simbólico o lo trascendente. «El ser humano, cuando se enfrenta a situaciones que no controla, recurre a las creencias que le ofrecen estabilidad y sentido», señala al Abc Francisco Javier Crespo, profesor de la Universidad de Valladolid y responsable de un proyecto sobre religiosidad popular en Andalucía impulsado por el propio Centro de Estudios Andaluces.

Crespo subraya que esta búsqueda no es nueva: a lo largo de los siglos, las crisis han actuado como catalizador del regreso a las raíces identitarias y espirituales. La religión, más allá de lo estrictamente doctrinal, proporciona una estructura de pertenencia, una red de apoyo comunitario y una respuesta —aunque simbólica— a preguntas que no tienen solución inmediata. En este contexto, resurgen con fuerza las cofradías, las obras pías y las fundaciones religiosas, claves históricas en la relación entre lo terrenal y lo eterno.

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