El líder ugetista Cándido Méndez Rodríguez lleva como secretario general de la UGT desde 1994, no va a comerse los turrones al frente del sindicato socialista. Los críticos le tienen rodeado. Ya no puede esquivar las críticas internas por no atajar debidamente los comportamientos de la UGT-A, la federación de origen del propio Méndez. Los “compañeros” están hartos del goteo de imputados, detenidos, registros y reproche social que las “prácticas” presuntamente corruptas del sindicato en Andalucía les están reportando a todos. La salida propuesta es que Méndez cese por voluntad propia y que la ejecutiva decida quien de sus miembros le sustituye en la secretaria general. Otros exigen además un Congreso extraordinario convocado por esa ejecutiva.
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Méndez fue reelegido para la secretaria general con más del 86% de los votos, en abril del año pasado. Fue reelegido por otros cuatro años, con el compromiso de no volver a presentarse. Ese fue el resultado del 41 Congreso Confederal, que consolidó una sexta renovación de Méndez que tomó el testigo de Nicolás Redondo.
Cuando fue reelegido a la búlgara en la última ocasión (la anterior fue por un 93%), UGT ya había sido señalada por sus comportamientos en los escándalos con los ERE andaluces y con los cursos de formación, en Andalucía. Cobraban “botes” a los proveedores, pagaban viajes con fondos de formación de parados, introducían estafadores (calificados de “intrusos”) en ERE’s de empresas en las que no habían puesto los pies; tenían “conseguidores” de UGT, como Juan Lanzas, el hombre que –según su madre- tenía dinero “pa’asar una vaca”. Peo Andalucía no es el único problema del sindicato, alguna de esas mismas prácticas está extendida por otras federaciones.
Para conocerlo todo al respecto os recomiendo SINDICATOS,S.A de Editorial Sekotia, donde aparecen todas las corruptelas y los orígenes de Méndez y de Ignacio Fernández Toxo, el líder de CC.OO.
