«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El Colegio Americano de Pediatras tumba los argumentos de la 'ideología trans'

Michelle A. Cretella, presidenta de la Asociación, denuncia que la promoción de la llamada «disforia de género» infantil ha crecido tanto en los últimos años que ha provocado “un abuso de menores institucionalizado” a “gran escala”.


¿Se acuerdan del Colegio Americano de Pediatras? Quizá les suene por el informe que sus miembros publicaron en marzo de 2016 bajo el título «La ideología de género hace daño a los niños», en el que confrontaban ideología con ciencia y recordaban lo dañina y peligrosa que la ideología de género es para los más pequeños.
Los miembros de esta asociación estadounidense formada por pediatras y expertos de la salud instaban a «rechazar todas las políticas que condicionen a los niños para aceptar como normal una vida de suplantación química o quirúrgica de su sexo por el sexo opuesto» al tiempo que defendían que «condicionar a los niños a creer que esto es normal constituye una abuso infantil».
Pues bien, la presidenta del Colegio Americano de Pediatras, Michelle A. Cretella, lo ha vuelto hacer. Esta pediatra vuelve a alejarse de lo políticamente correcto y a rechazar la campaña por normalizar la transexualidad en un artículo publicado el pasado 3 de julio en la revista The Daily Signal bajo el título «Soy pediatra. Cómo la ideología transgénero se ha infiltrado en mi campo provocando el abuso infantil a gran escala». 

‘Un abuso de menores institucionalizado’

Cretella lamenta que «la ideología trans no sólo está afectando nuestras leyes, sino que se está introduciendo en las vidas de los más inocentes -los niños-, con un apoyo creciente por parte de la comunidad sanitaria». Asimismo, explica que hoy en día «cualquier profesional que se atreva a cuestionar las terapias de cambio de sexo podrá ser expulsado de sus trabajo».
La pediatra señala en su artículo que, en el año 2013, «el desorden de identidad género pasó a llamarse disforia de género», lo que supuso el comienzo de la «normalización» que vemos ahora. En 2014, existían 24 clínicas que se especializaban en el cambio de sexo agrupadas a lo largo de la costa de California. Un año más tarde, había 40 en toda la nación».
Para la experta, la promoción de la llamada «disforia de género» infantil ha crecido tanto en los últimos años que ha provocado “un abuso de menores institucionalizado” y a “gran escala” sobre una base argumental que deja mucho que desear. Asimismo, explica que los niños que “insisten en que no tienen el género asociado con su sexo biológico son inmediatamente considerados transgénero».
«En la vida normal y en la Psiquiatría, cualquiera que de forma consistente y persistente insiste en algo contrario a la realidad física, se considera confundido o delirante, por lo que es ignorado”, explica la estadounidense al tiempo que denuncia que «esto ha sido acogido por las instituciones públicas, en los medios, la educación y nuestro sistema legal y ahora está recomendado por la mayoría de las organizaciones médicas nacionales”.
«El movimiento transgénero se ha infiltrado en la comunidad médica y en nuestra cultura ofreciéndonos una narrativa errónea. La ciencia cuenta una historia diferente», defiende Michelle.
1. Los estudios sobre gemelos demuestran que «nadie nace atrapado en el cuerpo equivocado»
La especialista explica que ciertos estudios cerebrales sugieren que algunos bebés nacen con «un cerebro transgénero». Sin embargo, se ha demostrado que estos estudios «son totalmente erróneos».
La experta asegura que «si los gemelos idénticos tienen el 100% del mismo ADN y están expuestos a las mismas hormonas prenatales, «deberíamos esperar que ambos gemelos se identificaran como transgénero».
Cretella explica que el mayor estudio sobre gemelos transgénero adultos, realizado por el doctor Milton Diamond en 2013, muestra que sólo en el 28% de los casos, los gemelos idénticos se identificaban ambos como transgénero.
2. La identidad de género es maleable, especialmente en los niños jóvenes
La doctora también explica que «el manual de Sexualidad y Psicología de la Asociación Psicológica Americana demuestra que entre el 75 y el 95% de los niños termina por aceptar su sexo biológico al finalizar su pubertad».
«El número de niños que expresan aflicción sobre su género y que persisten a lo largo del tiempo, se ha incrementado de forma dramática”, tal y como demuestra un estudio en el Reino Unido. Para la presidenta del Colegio Americano de Pediatras, «utilizar bloqueadores en los procesos trans provoca un aumento del riesgo de fracturas de huesos cuando sean jóvenes adultos, un riesgo potencial creciente de obesidad y cáncer testicular”
3. Los bloqueadores de la pubertad no han probado su seguridad
Según explica la pediatra, basándose en un artículo publicado en la revista The New Atlantis, «el uso no indicado de estos bloqueadores provoca un aumento del riesgo de fracturas de huesos cuando sean jóvenes adultos, un riesgo potencial creciente de obesidad y cáncer testicular y un desconocido impacto en el desarrollo psicológico y cognitivo”.
«En 2006 y 2007, la revista ‘Psychoneuroendocrinology’ reportó anormalidades cerebrales en el área de la memoria y del funcionamiento ejecutivo entre los hombres adultos que recibieron bloqueadores por razones ginecológicas”.
Asimismo, la doctora explica con argumentos científicos que no existen casos documentados de menores que hayan abandonado el uso de bloqueadores. Además, evidencia que las hormonas de cruzamiento sexual son peligrosas para la salud, y que todos estos procedimientos «no previenen el suicidio en menores».

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