Con su arrolladora personalidad intacta y unas facultades físicas excepcionales además de sorprendentes dada su avanzada edad, Manuel Benítez asombró a los presentes con una firmísima faena en la que sobresalieron el temple, la intensidad, la naturalidad y hasta la elegancia. Aunque falló a espadas, un público enloquecido solicitó la concesión de las dos orejas que paseó en una apoteósica vuelta al ruedo. Al finalizar el festejo fue sacado a hombros por todos los toreros actuantes entre los que destacó su propio hijo, Julio Benítez Freise, que también cortó dos orejas. Julio fue el primero en portar a su padre sobre sus hombros.
Benítez padre tuvo condujo con sus privilegiadas muñecas las nobilísimas embestidas de un ejemplar de Garcigrande. Los demás novillos pertenecieron a la ganadería de Fuente Ymbro. Dieron muy buen juego salvo el no tan claro segundo que correspondió a un importantísimo Finito de Córdoba quien, a su vez, dio la alta medida que esta temporada le está llevando a un lugar de privilegio entre las grandes figuras de la actualidad. Junto a los mencionados, también triunfaron el matador cordobés José Luis Torre y el novillero Israel de Córdoba.
Tuve ocasión de ver en un burladero del callejón este Festival a beneficio de la lucha contra el cáncer, en compañía del Alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto y del nuevo presidente del PP en Andalucía, Juan Manuel Moreno, ambos grandes aficionados. Muy cerca de los matadores actuantes, vivimos momentos inolvidables con Manuel Benítez como principal artífice de sabrosos comentarios sobre su propio devenir. Entre bromas y veras, le escuchamos proponer al empresario Simón Casas que organizara un mano a mano con Finito que, de llevarse a cabo, tendría lugar en la próxima feria de Pentecostés en Nimes.
