El régimen socialista de Corea del Norte ataja la corrupción de forma expeditiva: ejecuta a todo aquel que infrinja las normas. Así lo aclara, Alejandro Cao de Benós, delegado cultural e internacional de Corea del Norte en una entrevista a La Nueva España. «Hace poco tuvimos a un corrupto que era general y fue ejecutado. Eso les pasa a los corruptos allí, no como en España», explica Cao de Benós.
No sólo no hay corruptos -según el representante norcoreano-, la delincuencia también es excepcional por la cuenta que les trae a sus habitantes. «Cuando te sentencian para ir a prisión, vas al campo de reeducación. Y allí vas a currar y a pagar el daño que has hecho, no como en España, que en prisión ves la tele, consumes droga y manejas mafias«. Además, «si te rebelas y no lo quieres hacer (el trabajo forzoso), te dan un cogotazo, lógicamente».
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En la entrevista, el representante de Corea del Norte defiende la dictadura socialista como sistema político legítimo: «No se puede ir contra la revolución. No se puede romper con el sistema. Si alguien quiere crear cincuenta peluquerías, por ejemplo, para enriquecerse, rompe con el sistema».
Admite que el salario mínimo es de 60 euros en Corea del Norte (10 veces menos que sus vecinos del Sur), aunque señala que «no es comparable a España, allí es todo mucho más barato. Todos los ciudadanos, sin excepción, reciben un cupo de leche de soja, arroz y huevos gratuitamente».
A pesar de ello, Cao de Benós alaba el modo de vida de los norcoreanos: «No hay desempleo, la vivienda es gratuita. La gente estudia, o trabaja o está en el Ejército. Hay cero por ciento de analfabetismo. Todos los sueldos los paga el Estado. Es un sistema socialista puro, sin elementos capitalistas».