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En Mallorca lo que no ocurra no pasa en otros lugares de España. Con el anterior obispo los burros volaban y él nunca se mojó. Con el actual los acontecimientos están superando las películas más negras y oscuras que se puedan imaginar.
Un canónigo y un cura de infantería se agreden verbalmente en mitad de la calle el pasado jueves. El canónigo lleva los resultados a poner una denuncia en la comisaría más cercana.
El obispado ha emitido una nota deplorando semejantes formas conductuales de «hermanos en el sacerdocio» y en mitad de la calle ante el público que circulaba por allí.
Termina la nota señalando que se tomarán las medidas canónicas oportunas para serenar los ánimos de ambos boxeadores del ring callejero.
¿Qué ocurre en Mallorca? La nota no explica todo lo que debía. Supongo que la mano de la Justicia civil y la eclesial tomarán cartas en el asunto y evitarán que se repita, porque con asuntos así las vocaciones sacerdotales brillarán por su escasez y ausencia por mucho tiempo.
Tomás de la Torre Lendínez