«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Demasiados blancos cristianos

Banderas europeas | EFE

Si tuviéramos que resumir en pocas palabras la crisis que atraviesa la Unión Europea escribiríamos sólo tres: crisis de identidad.

Si el ser humano, como individuo aislado, trata de responderse a lo largo de la vida a esas preguntas universales -quién soy, de dónde vengo, a dónde voy-, los países, las comunidades, miran hacia el pasado para entender de dónde vienen y cuál es su futuro. O miraban… porque ahora la Unión Europea, reconvertida en una especie de censor del reino, se empeña en borrar las huellas de lo que ha hecho a Europa ser Europa. Sólo así se explica que uno de los jueces que debía decidir qué ciudad sería la capital europea de la cultura en 2023 haya descartado a la localidad húngara de Székesfehérvár por mostrar “demasiados blancos” en el vídeo promocional.

La UE rechaza la candidatura de una ciudad por mostrar 'muchos cristianos'


El alcalde de Székesfehérvár, András Cser-Palkovics, denuncia que desde la UE se le afeara haber presentado “una película de propaganda de la Europa cristiana blanca, pues todos son blancos, están felices y bailan en las calles”. El vídeo -pueden verlo en La Gaceta- muestra a niños, jóvenes y mayores. Sale un hombre de raza negra y sale un cura. Sale una cruz y también un concierto juvenil, digno de cualquier festival. Sólo quien vea ese vídeo con ojos muy contaminados por la corrección política (estupidez política, más bien) puede entenderlo como propaganda. Y decimos más; sólo quien se empeñe en destruir los pilares que sustentan a Europa puede lamentar que un vídeo cultural europeo muestre, entre otros símbolos, una cruz. Pero, por desgracia, está sobradamente acreditado que son muchos los que desde la Unión Europea trabajan precisamente para hacer desaparecer la Europa a la que una vez representó esa Unión.

Delirios trans

Y, ya que estamos con las malas noticias, les contamos ahora la última de los profesionales de la reivindicación. De los creadores de ‘una cosa es el sexo biológico y otra muy distinta la identidad de género, que puede coincidir o no con el sexo biológico asignado al nacer’… llega ahora el “queremos derecho al aborto para los hombres transexuales”. Lo explicamos: en Argentina hay un conocido activista LGTB que se declara hombre pero conserva su aparato reproductor femenino y pide, por tanto, la legalización del aborto para ‘seres gestantes’, él incluido.

Exigen el aborto para los hombres transexuales o 'cuerpos gestantes'


Nos gustaría ser capaces de explicar la enorme cantidad de ideas erróneas que comprende esa breve reivindicación, pero tras diez minutos intentando ponerlo por escrito, y rendidos ya a nuestra propia limitación, sólo acertamos a señalar que aquí se ha perdido el norte, la sensatez, el oremus y el sentido común. Todo junto y a la vez.

Esta España nuestra

En nuestra querida España, les contamos que el presidente del Parlamento Catalán, Roger Torrent (ese hombre conciliador según Moncloa), ha calificado de segregación  el hecho de estudiar en castellano en Cataluña. SE-GRE-GA-CIÓN, dice, y se queda tan ancho. Que no quiere que se segregue por lenguas, añade, suponemos que porque está deseoso de que, en aras de la no segregación, todos los niños estudien en castellano, que es el idioma oficial en España y que todo español está obligado a conocer y tiene el derecho a usar. Suponemos…

Torrent asegura que la posibilidad de estudiar en español es 'segregación'


Por último antes de despedirnos, una reivindicación. Hay en Badajoz un edificio perteneciente al Ministerio de Interior que ha sido ocupado por varias familias. Esa ocupación ilegal obliga a la Guardia Civil a vigilar el inmueble. Y la Guardia Civil cumple. Los que no cumplen son los responsables de velar por el bienestar de los agentes que trabajan en el edificio y que deben hacer uso de un único cuarto de baño para hombres y mujeres en un, digamos, muy mejorable estado higiénico. Se nos ocurren muchas subvenciones y partidas de las que se podría recortar para sacar un dinerillo y garantizar, quizá entonces sí, condiciones de trabajo dignas para la Guardia Civil.

Las pésimas condiciones de salubridad que sufren guardias civiles en Badajoz


 
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