«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La deuda pública es un robo

La deuda pública es un robo por tres motivos:

1. El gobernante que consiente ser prestado está pagando una usura prohibida por derecho natural y divino.

2. Una deuda que se contrae unilateralmente sin el consentimiento expreso del pueblo que es el que la paga con sus impuestos es una clara exacción.

3. La deuda está llegando a unos niveles que mientras unos van a disfrutarla sin pagar, otros la pagarán sin haberla consumido.

Por ello, aprovechando el recuerdo del ilustre jesuíta hispano, el padre Juan de Mariana, quiero reproducir estas palabras de la maravillosa ‘caverna’ española del siglo XVI a la atención de todos los políticos modernos que están alimentando a un Estado demoníaco y arruinando a familias enteras:

 

«Debe ante todo procurar el príncipe que eliminados los gastos superfluos, sean moderados los tributos; debe atender principalmente á que, como aconsejan todos los hombres que desean conservar su hacienda, ya que no sean menores los gastos públicos, no sean mayores que las rentas reales, á fin de que no se vea nunca obligado á hacer empréstitos ni á consumir las fuerzas del imperio en pagar intereses que han de crecer de día en día. Evite aún con mayor cuidado la fatal costumbre de vender por una cantidad alzada las rentas de un año, adjudicándolas a ricos capitalistas»
(Año 1599).

 

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