El Congreso estadounidense ha aprobado recientemente un proyecto de ley en el que se prevé el envío de ayuda económica y de equipamiento para las unidades cristianas que operan en la Llanura de Nínive
Desde los albores de su mandato, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha afanado en proteger a los cristianos de Oriente Medio – y otras minorías religiosas –, que están siendo brutalmente perseguidos. De esta manera, han sido múltiples las alocuciones en las que se ha referido a ellos en un inequívoco tono de denuncia, e ingentes las presiones que ha ejercido en el seno de la ONU para favorecerlos.
En este contexto de apoyo a los perseguidos, el Congreso estadounidense ha aprobado recientemente un proyecto de ley en el que se prevé el envío de ayuda económica y de equipamiento para las unidades cristianas que operan en la Llanura de Nínive. Esta medida acabaría con los recortes en equipamiento y financiación que han sufrido aquéllas en los últimos tiempos; recortes que se debían a que la mayor parte de las ayudas se enviaban directamente al Gobierno iraquí.
En total, 1300 millones de euros del presupuesto se destinarán en 2018 al suministro de ayuda militar a Iraq, al Gobierno Regional del Kurdistán y a los grupos cristianos.
Así, una enmienda presente en la 2018 National Defense Authorization Act conmina al Ejecutivo iraquí a asegurar ‘que los materiales y el equipamiento de defensa llegan a los grupos suníes, kurdos y cristianos, incluyendo los grupos minoritarios de la Llanura de Nínive’. En este sentido, añade que ‘EEUU debe proveer armas, entrenamiento y equipamiento apropiado’ a los grupos presentes en la Llanura del Nínive’.
La aprobación de esta enmienda al proyecto de ley es realmente importante, pues altera una tendencia. No en vano, cuando el congresista republicano Jeff Fortenberry propuso una enmienda de cariz semejante el pasado año, fue rechazada por la cámara, que entonces la consideró innecesaria.
El National Defense Authorization Act, que ya ha sido aprobado tanto por la Cámara de Representantes como por el Senado, entrará en vigor cuando el presidente Trump lo ratifique con su firma.
Una ayuda más a los cristianos
En las postrimerías del pasado mes de octubre, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, anunció que el Departamento de Estado dejaría de financiar los ‘ineficaces’ programas de ayuda de Naciones Unidas para ayudar directamente a las comunidades perseguidas a través del USAID (Agencia para el Desarrollo Internacional). De esta forma, Estados Unidos pasaba a trabajar directamente con las organizaciones privadas y los grupos religiosos con objeto de socorrer a aquéllos que son perseguidos por su fe.
“Los cristianos y todos los que son perseguidos en Oriente Medio no deberían depender de las instituciones multinacionales cuando Estados Unidos puede ayudarlos directamente”, aseveró Pence con afán de justificar la decisión del Gobierno norteamericano, cuyo preocupación por la suerte de los cristianos mediorientales es sincera.