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La enfermedad de Dupuytren, es una afección crónica de la mano, no curable, que provoca la flexión progresiva y permanente de algunos dedos hacia la palma de la mano y restringe la función de la mano.
Llamada así en honor al cirujano Guillaume Dupuytren que, en el sigloXIX, describió por primera vez los signos de la enfermedad, es una afección crónica de la mano, no curable, que provoca la flexión progresiva y permanente de algunos dedos hacia la palma de la mano y restringe la función de la mano.
El dedo anular resulta afectado con mayor frecuencia, seguido de los dedos meñique, corazón y el índice.
Está provocada por el engrosamiento y la retracción, en la mano, de la membrana conjuntiva y fibrosa que constituye la envoltura de los tendones flexores de los dedos (aponeurosis palmar). A diferencia de los dedos en resorte, aquí no se ven afectados los tendones sino la fascia, que termina por envolver a los tendones impidiendo su normal movilidad.
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Esta enfermedad está presente en países como España, en un 4%; en Reino Unido en un 6%; y Alemania, en un 5%. Afecta esencialmente a hombres de más de 50 años. Las mujeres se ven afectadas en edades más avanzadas y con menor intensidad. En general compromete ambas manos, aunque suele manifestarse primero en una mano, sobre todo en la derecha.
Por lo general, no existe una causa aparente, aunque aparece con mayor frecuencia en ciertos trabajadores manuales que utilizan herramientas vibradoras (perforadora neumática, etc.). La diabetes, el consumo de antiepilépticos, el alcoholismo o el tabaquismo favorecen, al parecer, la enfermedad. Por otra parte, existe una predisposición genética, ya que la enfermedad de Dupuytren afecta al 50% de los miembros de una misma familia.
En cuanto a los síntomas, los tejidos que están situados debajo de la piel tienden a engrosarse y a retraerse, lo que origina la formación de pequeñas bolas fibrosas (nódulos), duras y palpables en la palma de la mano.
Posteriormente, aparece debajo de la piel una especie de cordón formado por tejido engrosado (brida de retracción). Más tarde, la afectación de las articulaciones de los dedos provoca la flexión de éstos.
El comienzo de la enfermedad suele ser indoloro. La situación puede permanecer estable durante años y los movimientos de los dedos son libres y están poco disminuidos. Más adelante, la movilidad de la mano empieza a empeorar, especialmente para agarrar objetos y puede existir una gran dificultad para apoyar del todo la palma de la mano sobre una superficie plana o para estirar completamente los dedos. En algunos casos, los dedos no se pueden separar.
En un estadio evolucionado, los dedos están bloqueados, en garra y no se pueden extender.
Los pacientes encuentran dificultades en el desarrollo normal de su trabajo. Tienen problemas para ponerse los zapatos, para estrechar la mano, a la hora de peinarse, lavarse o maquillarse.
Ante la presencia de uno o más de los síntomas mencionados, y sobre todo teniendo alguna de las causas predisponentes, es recomendable consultar al médico traumatólogo cuanto antes. La recuperación es mucho más favorable cuanto antes se haya descubierto y antes se trate la enfermedad.
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Podríamos hablar de tres etapas en esta enfermedad:
Primera etapa:
– El paciente siente engrosamiento en la piel de la palma de su mano.
– Nota cambios en la palma de su mano, incluyendo hoyuelos nuevos.
Tiene protuberancias en sus dedos, cerca de sus nudillos (nódulos de Garrod).
– Tiene nuevo tejido cubriendo sus nudillos. Estos se conocen como almohadillas de nudillo.
Etapa media:
– El paciente podría sentir una protuberancia firme, levantada bajo la piel de la palma de su mano o dedo.
– O podría sentir más de una protuberancia.
– Se puede notar una cuerda de tejido engrosado, firme en la palma de su mano o dedo.
Etapa avanzada:
– Uno o más de los dedos se doblan hacia la palma de su mano.
– La palma de su mano se dobla.
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El objetivo del tratamiento de la enfermedad de Dupuytren es la recuperación de la extensión de los dedos sin pérdida de la flexión. El tratamiento ha evolucionado mucho desde hace unos diez años. En las formas simples, el tratamiento suele ser muy eficaz en más del 80% de los casos. Si existe bloqueo de la articulación, la eficacia es un poco menor (70%).
Si la enfermedad de Dupuytren se trata desde el comienzo, un procedimiento quirúrgico mediante cirugía percutánea proporciona unos magníficos resultados.
Existen diferentes tipos de cirugía que se pueden realizar:
– Fasciotomía: con una aguja especial o cuchilla para dividir las cuerdas en la palma de la mano o dedo.
– Fasciectomía: Con esta cirugía, son removidas parte o todo el tejido engrosado, y cuerdas.
– Cirugía de articulación: para liberar la articulación.
Sobre todo después de la cirugía, recomendamos que el paciente reciba tratamiento rehabilitador, para disminuir los síntomas, y ayudar que la mano funcione mejor; así, un fisioterapeuta le va a ayudar con ejercicios de mano con la intención de incrementar la movilidad de la mano y los dedos.
En ciertas ocasiones, junto con la enfermedad de Dupuytren podrían aparecer otras condiciones. Es decir, se podrían formar protuberancias engrosadas de tejido en otras partes del cuerpo.
Así, si usted tiene protuberancias en sus pies, podría tener una condición conocida como fibromatosis plantar o enfermedad de Ledderhose.
O si es usted hombre, se podrían formar protuberancias en el pene. Esto se conoce como fibromatosis del pene o enfermedad de Peyronie.
En cualquier caso, la afectación de la mano por la fibrosis palmar de Dupuytren es la más limitante de todas estas patologías.
Hoy en día, la cirugía mínimamente invasiva permite el tratamiento tanto precoz como tardío de esta enfermedad y ofrece grandes ventajas respecto a la cirugía abierta convencional:
-El daño de la piel es menor y por lo tanto las secuelas fibrosas son menores.
-El riesgo de lesión vascular y necrosis de la piel es mínimo con la técnica mínimamente invasiva.
-El daño estético también es mucho menor.
-La recuperación es mucho más rápida.
-La vuelta a las actividades deportivas y laborales se pueden realizar en menos tiempo.
-Si una nueva cirugía es necesaria, esta sería mucho más fácil, puesto que no habrá extensas cicatrices en la mano.
-La probabilidad de recidiva parece ser la misma que con los procedimientos de cirugía clásica abierta.
«Por tanto la cirugía mínimamente invasiva, es hoy en día la opción más recomendable en la mayor parte de los casos»
Dr. Enrique Galindo Martens