«La pista del terrorismo es la más creíble», apuntó el general Raul Cunha.
Las autoridades portuguesas han informado a las españolas del material robado en un arsenal militar en la base de Tancos, en el centro de Portugal, entre el que se encuentran decenas de granadas y lanzagranadas (44), miles de cartuchos de 9 milímetros, disparadores y artefactos explosivos (4).
Las autoridades lusas también han informado a las españolas de que han sido robadas 22 bobinas de hilo usado para la activación por tracción de un disparador de descompresión, 24 de tracción lateral, 60 iniciadores, 264 velas PE4A y cargas de corte.
El pasado jueves, el Ejército portugués admitió en un comunicado que el material había sido sustraído el día anterior de un depósito militar en el municipio de Tancos.
La Guarda Nacional Republicana (GNR) portuguesa tuvo este sábado constancia de un posible movimiento de dos vehículos sospechosos relacionados con el robo -uno de matrícula búlgara y otro de matrícula rumana- y ha alertado a la Guardia Civil de que se pueden desplazar a la frontera luso-española.
La Embajada estadounidense en Lisboa elevó el nivel de alerta al menos hasta el próximo 4 de Julio, fiesta nacional norteamericana, como consecuencia del robo. El Ejército confirmó que el sistema de vigilancia se encontraba inoperativo en «la zona donde estaban los materiales más relevantes» y anunció un refuerzo de las medidas de seguridad en todos los arsenales militares.
El conservador Partido Social Demócrata (PSD), en la oposición, anunció su intención de convocar al Parlamento al ministro de Defensa, Azeredo Lopes, y al jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Rovisco Duarte, para que respondan a puerta cerrada por este robo.
La investigación se centra ahora en la posibilidad de que este material haya sido robado para ser utilizado con fines terroristas. «La pista del terrorismo es la más creíble», apuntó el general Raul Cunha en declaraciones al diario portugués ‘Público’.
Cunha, en la reserva tras seis misiones internacionales, argumentó esta tesis en el tipo de material robado y aseguró que se trata de un robo «por encargo». «Ha sido pensado hasta el último detalle, estudiado concienzudamente y ejecutado por alguien que sabía lo que buscaba», señaló. «Conozco bien esa instalación y sé que es extremadamente difícil acceder y transportar esa cantidad de material. Ha sido bien planeado», dijo.
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