«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Honrando a los difuntos en el mejor camposanto de España

Los vecinos de Castro Urdiales acuden un año más al cementerio de Ballena para honrar a sus difuntos en el Día de Todos los Santos con la tristeza de añorar su presencia, pero con la tranquilidad de saber que descansan en el mejor camposanto de España entre artísticos panteones.

La revista funeraria Adiós Cultural, que selecciona por votación popular los cementerios más llamativos, ha otorgado recientemente a esta necrópolis, ubicada en la zona oriental de Cantabria, el primer premio ex aequo con el cementerio valenciano de Sumacárcer.
Hoy, el recuerdo a las personas enterradas en la Ballena no será el mismo porque este cementerio marítimo, enclavado sobre un acantilado y declarado Bien de Interés Cultural, conjuga un sentimiento emocional con el reconocimiento al valor patrimonial y artístico de sus monumentos funerarios.
Pese a que sobresale la corriente neoclásica también conviven rasgos de eclecticismo, modernismo, gótico o art déco. «Incluso aparece una vertiente del modernismo denominado secesionismo vienés o un panteón medieval con tintes románicos», apunta a Efe el doctor en Historia por la Universidad de Cantabria Víctor Aguirre, quien durante esta semana ofrece visitas guiadas por el cementerio castreño.
«La zona más cercana al mar es donde yacían las personas humildes mientras que la parte superior del cementerio, junto a la puerta de entrada, se ubican los monumentales panteones», explica.
Son los indianos de la comarca que regresaron a principios del siglo XX de las Américas, después de haber hecho fortuna, quienes por «vanidad» potencian las «artísticas» construcciones funerarias para inmortalizar en piedra los apellidos familiares.
Para ello, engalanan las capillas y panteones no solo con motivos cristianos como estatuas de ángeles o cruces, sino que incorporan alegorías mortuorias como carabelas, crismones o guadañas, e incluso obeliscos, columnas o símbolos sobre la fugacidad de la vida.
Entre las paredes del cementerio descansan los restos de personajes ilustres como los arquitectos Leonardo Rucabado o Eladio Laredo, el músico y compositor Arturo Dúo Vital, la familia Ocharan o la familia Barquín Hermoso, quienes destacaron por sus donaciones al desarrollo educativo de Castro Urdiales.
El panteón de «mayor enjundia artística», a juicio del doctor en Historia, es la capilla del Sel, que fue diseñada por el propio Leonardo Rucabado con reminiscencias al antiguo Egipto para la familia de su mujer, y donde finalmente él también fue enterrado.
Esta obra arquitectónica ya fue premiada en la edición pasada por Adiós Cultural, en la categoría de mejor monumento, y presenta detalles como un obelisco coronado por una cruz, un ángel con diadema y vestimentas egipcias, además de decoraciones conformadas por el dios Horus y escarabajos propios de la mitología de esta cultura.
«También destaca por su majestuosidad el panteón de Isidra del Cerro o el de la familia Lavín, donde aparecen cuatro gárgolas que imitan a las ubicadas en la catedral de Notre Dame de París», sostiene el doctor en Historia.
En 1893 se aprueba la construcción de Ballena en consonancia con la proyección urbanista de sacar los enterramientos fuera de los núcleos poblacionales por seguridad higiénica.
El arquitecto Alfredo de la Escalera y Amblard se encarga de elaborar un proyecto similar a los cementerios del sur de Europa, distribuyendo el área en manzanas y calles paralelas que van descendiendo hacia el mar.
La revista Adiós Cultural, que edita Funespaña, entrega desde 2014 los premios a los mejores cementerios con la finalidad de «reflexionar» y «normalizar» entre la ciudadanía el concepto de la muerte a través de la cultura y el arte, al tiempo que promueve las rutas turísticas de cementerios españoles.
En este sentido, el Ayuntamiento de Castro Urdiales, con motivo del día de Todos los Santos, ha programado durante esta semana actividades culturales y divulgativas para promocionar su patrimonio «no solo entre quienes van a visitar a sus familiares o personas cercanas, sino también entre ciudadanos interesados por la cultura».

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