Iberia se ha justificado alegando que realizaba la prueba para aplicar un protocolo de salud específico a todas aquellas mujeres que estuvieran embarazadas, con el objetivo de evitar cualquier tipo de riesgo.
Iberia tendrá que hacer frente a una sanción de 25.000 euros después de que una empresa temporal contratada por la compañía para la selección de personal exigiera un test de embarazo a las aspirantes a convertirse en azafatas.
Los inspectores constataron el año pasado que Iberia marcaba una serie de criterios de selección de personal que encargaba luego a la empresa externa Randstad, que se encargaba de las entrevistas y pedía las pruebas de embarazo.
La Inspección de Trabajo de las islas abrió una propuesta de sanción, que ha sido ratificada por la Consejería tras desestimar las alegaciones formuladas por la empresa, que aún puede recurrir el fallo.
La Consellería de Trabajo de Baleares ha confirmado que se trata de una infracción muy grave de discriminación por motivos de sexo.
Por su parte, la aerolínea se ha justificado alegando que realizaba la prueba para aplicar un protocolo de salud específico a todas aquellas mujeres que estuvieran embarazadas, con el objetivo de evitar cualquier tipo de riesgo.
Iberia alega que el único fin de la prueba es “no asignarle una tarea que ponga en riesgo su embarazo”. También, que nunca dejó de contratar a una azafata por estar embarazada.
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