«La violencia de los chicos hacia las chicas». Este es el mensaje colocado en algunos centros de salud de la Comunidad de Madrid.
La Junta de Andalucía lanzó la pasada semana una campaña que tiene como lema «No seas animal» -y tilda a los hombres de «cerdos», «buitres», «pulpos» y «búhos»- para erradicar los piropos callejeros, «una forma de violencia de género». Este es el último ejemplo de la prioridad de las instituciones públicas en los últimos años: la criminalización de la mitad de la población, de los hombres.
No es el único caso. La Comunidad de Madrid que preside Cristina Cifuentes sigue empapelando desde 2015 los centros públicos con propaganda en la que generaliza y señala a los varones como si todos fueran violentos. «La violencia de los chicos hacia las chicas». Este es el mensaje colocado en algunos centros de salud en toda la región e ilustrados con la imagen de un niño sacando la lengua a una niña.
El Gobierno regional publicó en marzo de 2016 el documento «Crecer y Vivir Sin Machismo. Stop violencia hacia las mujeres», un manual con «consejos y pautas de actuación para prevenir la violencia hacia las mujeres en edades tempranas -población infantil y juvenil- y dirigida padres, madres, profesorado y profesionales sanitarios».
En él señala que «los abusos hacia las mujeres ya se dan desde la infancia en forma de desprecios o conductas que se basan en estereotipos que establecen relaciones de desigualdad y dominio por parte del menor» -varón- y que «los chicos molestan o chinchan a las chicas por el mero hecho de serlo y esperan una reacción blanda por parte de ellas como ponerse a llorar o llamarle tonto». Esta respuesta se utilizaría para ridiculizar a la niña y provocar la risa del grupo de chicos, dice antes de asegurar que si «ella se defiende de forma más agresiva es posible que se responda con violencia física con una bofetada educativa que busca situar a la niña en su sitio». En ningún momento se admite la posibilidad de que pueda ser al revés.
El manual, pagado con dinero público, se centra además en la adolescencia, una etapa en la que según los creadores «continúan los abusos». «El maltrato se produce en el seno de la pandilla masculina, que se convierte en policía y censor del comportamiento de la adolescente. «Desvelar la intimidad de la pareja al grupo y cuestionar la fidelidad de ella son actos de agresión frecuentes en estas edades. Las chicas si no quieren levantar sospechas poco a poco tendrán que controlar con quién salen, dónde van, qué ropa se ponen», añade.
Además, acusa a los adolescentes -varones- de «sexo robado». «En esta etapa los chicos tocan los senos o las nalgas de las chicas de forma súbita y en público con el objetivo de demostrar su valentía ante el grupo de amigos». Sí, según el delirante manual lo hacen todos.
Incide también en que «una forma frecuente de agresión» es el control a través de las tecnologías de la información y a través de las redes sociales Facebook o Twitter. «Es posible que el chico le robe las contraseñas o que ella misma se las dé porque ‘en el amor no hay secretos’. En ocasiones se hace pasar por otra persona (…) para controlar sus reacciones y respuestas, y luego presionarla o agredirla utilizando la información obtenida», asevera.
El Ministerio de Sanidad ya se sumó a esta campaña el pasado año con imágenes animadas en los que el chico siempre aparece «enfadado» y con actitud violenta, y la chica como víctima.
Interferir en relaciones de tu pareja en Internet con otras personas es #ViolenciaDeGénero ❗ #HaySalida #fuerzaenmivoz pic.twitter.com/ZlBap49GZr
— Min. Sanidad (MSSSI) (@sanidadgob) 28 de marzo de 2017
Mostrar enfado por no tener siempre una respuesta inmediata online es #ViolenciaDeGénero #HaySalida #fuerzaenmivoz pic.twitter.com/bkGX14aHVe
— Min. Sanidad (MSSSI) (@sanidadgob) 28 de marzo de 2017
Controlar lo que hace tu pareja en las redes sociales es #ViolenciaDeGénero #HaySalida #fuerzaenmivoz pic.twitter.com/FNgRlSBQDF
— Min. Sanidad (MSSSI) (@sanidadgob) 28 de marzo de 2017
Crítica de VOX
Desde VOX, formación que se posicionó en contra de las 200 medidas aprobadas en el Congreso de los Diputados para luchar contra la Violencia de Género porque «generan nuevas injusticias», aseguran que victimizar a la mujer y criminalizar al varón -ambos por sus genes- es «una discriminación injusta y sin sentido».
El partido liderado por Santiago Abascal señala que la legislación aprobada «aumenta la desigualdad jurídica entre ciudadanos y la situación de desprotección legal» y que las nuevas prestaciones dedicadas a las mujeres maltratadas se constituyen como un incentivo más para la denuncia instrumental. Por todo ello aboga por derogar la actual Ley e impulsar una contra la Violencia Intrafamiliar que incluya a todas las personas en situación de vulnerabilidad.
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