El histórico KurdistĆ”n abarca territorios de distintas naciones como Siria, Irak, TurquĆa, IrĆ”n y algunas localidades de la antigua URSS. El destino del pueblo kurdo ha seguido un camino distinto en función del paĆs que habita, tanto en cuanto avances hacia una mayor autonomĆa del Estado central correspondiente, como en lo relativo a la contención de sus pretensiones independentistas.
TurquĆa, por su parte, alberga a casi la mitad del total de la población kurda, constituyendo la etnia mĆ”s grande despuĆ©s de la turca. AĆŗn asĆ, el tamaƱo de la población kurda no estĆ” determinado y oscila entre los 12 y 20 millones de personas segĆŗn el tipo de fuente que se consulte, lo que supone aproximadamente el 19% de la población total turca. Como resultado de la firma en junio de 1919 de Tratado de Versalles, dando fin a la Primera Guerra Mundial, la configuración geogrĆ”fica mundial se vio sometida a cambios sustanciales, pues a partir de Ć©l se establecieron nueve nuevos paĆses como consecuencia de la desaparición del Imperio Austro-hĆŗngaro y se diseƱaron los mapas que conformaron el actual Oriente Medio. El Tratado de Versalles, sin embargo, no contemplaba la cuestión kurda. Tres aƱos mĆ”s tarde, se firmó el Tratado de SĆØvres en 1921 y a la vez que el Imperio Otomano fue abolido, se estableció en sus parĆ”metros el derecho a la autodeterminación del pueblo kurdo. No obstante, la victoria en la Guerra de Independencia Turca de Kemal Ataturk -quien pasarĆa a ser el primer presidente de la RepĆŗblica de TurquĆa-, y el posterior Tratado de Lausana, el cual estableció las fronteras de la TurquĆa moderna-, frenaron todas las ansias independentistas kurdas. Desde entonces, los kurdos han luchado incansablemente para conseguir la independencia de su pueblo, provocando, por consiguiente, continuos conflictos con los Estados soberanos sobre los que se asienta la comunidad kurda. Estos conflictos han sido mĆ”s intensos con el Estado turco, donde el Partido de los Trabajadores del KurdistĆ”n (PKK), considerado grupo terrorista por TurquĆa, Estados Unidos y Europa, continĆŗa empleando la lucha armada en aras de conseguir la autonomĆa. La detención del lĆder del PKK -Partido de los Trabajadores Kurdos en 1999 supuso un duro revĆ©s para su organización. El sueƱo separatista se diluyó dejando paso a una petición de autonomĆa negociada, aunque el gobierno turco se ha negado a otorgar cualquier tipo de concesión al pueblo kurdo.
Por otro lado, los kurdos sirios conforman entre el 7% y el 10% de la población total siria, siendo una de las minorĆas Ć©tnicas mĆ”s numerosas del paĆs. Su Ć”rea de asentamiento se sitĆŗa principalmente en las fronteras de Siria con Irak y TurquĆa. Desde mediados del siglo XX los kurdos han demandado continuamente al gobierno central sirio mayor autonomĆa para su comunidad, sin embargo estas demandas se han visto continuamente reprimidas, de tal manera que numerosos opositores y lĆderes kurdos han sido detenidos a manos del rĆ©gimen. Dado el sistema de minorĆas que caracteriza al Estado sirio -alauĆtas, cristianos, chiĆes, etc.-, los kurdos son conscientes de que, si una vez finalizada la Guerra Civil en Siria los opositores al rĆ©gimen fueran aquellos quienes se hagan con el poder, verĆan, en consecuencia, mermadas sus aspiraciones independentistas. El presidente al-Asad, al ser de origen alauĆta, una tribu minoritaria en Siria, ha favorecido en mayor o menor medida a las minorĆas sirias, de ahĆ que haya mostrado ciertos gestos de apoyo hacia los kurdos. Un ejemplo de ello es la concesión de la nacionalidad siria a mĆ”s de 100.000 kurdos, a quienes hasta entonces se les habĆa denegado. AdemĆ”s, dada la falta de recursos militares ante el conflicto entre el rĆ©gimen y los opositores, y la amenaza que supuso Estado IslĆ”mico en cuanto a la conquista de territorio sirio, Damasco cedió a los ComitĆ©s para la Protección del Pueblo Kurdo el control de ciudades situadas al noroeste del paĆs.
A diferencia de las comunidades kurdas sirias y turcas, el KurdistĆ”n iraquĆ, tras la desaparición del rĆ©gimen de Saddam Hussein, consiguió lo que tanto tiempo habĆa estado persiguiendo: proclamarse una región federal con autonomĆa polĆtica, en otras palabras, un mini-estado kurdo en Irak con bandera, ejĆ©rcito y aeropuerto propio. Como consecuencia de la incursión estadounidense en Irak y las posteriores operaciones llevadas a cabo con objeto de estabilizar y dotar de estructuras al Estado, y dadas las cuestiones sectarias del paĆs, se impuso un gobierno de concentración nacional en el cual las principales etnias y ramas islĆ”micas estaban representadas. Sin embargo, y pese a las muchas voces que defendĆan la efectividad del gobierno de concentración ante los conflictos Ć©tnicos y religiosos del paĆs, las rivalidades internas no llegaron a desaparecer. Este grado de autonomĆa que le fue concedido al KurdistĆ”n iraquĆ fue visto con gran recelo por parte de los paĆses vecinos con población kurda en su circunscripción, pues tuvo que ponerse en consideración la posibilidad de que la creación de la RepĆŗblica Autónoma del KurdistĆ”n en Irak pudiera tener un efecto contagio, mĆ”s cuando los Estados, y especialmente TurquĆa, han reprimido cualquier tentativa autonómica o independentista kurda.
Otro estado regional con población kurda en sus fronteras es IrĆ”n. La minorĆa kurda iranĆ es considerable, y busca al igual conseguir la autonomĆa frente al gobierno central. Es por ello que desde IrĆ”n tambiĆ©n se han visto con mal ojo todos los avances respecto a la emancipación del pueblo kurdo iraquĆ. Si anteriormente TeherĆ”n y los kurdos convenĆan en cuanto a ejercer oposición al rĆ©gimen de Saddam, ahora que Irak estĆ” liderado por chiĆtas, IrĆ”n busca favorecer la continuidad del gobierno iraquĆ actual. Pese a esta coetĆ”nea divergencia, ambos coinciden en un punto fundamental que concierne al equilibrio regional, y especialmente a la estabilidad internaĀ de sus comunidades, y la necesidad de combatir Estado IslĆ”mico.
Como vemos, la población kurda, si bien minoritaria, ha ejercido una notable presión ante los gobiernos centrales, y esto es en parte debido a que cuentan con una gran capacidad militar y bĆ©lica. Es por ello que desde que comenzó la ofensiva contra Estado IslĆ”mico las milicias kurdas han combatido con efectividad las aspiraciones territoriales del grupo. Desde los propios paĆses regionales, asĆ como desde Occidente, se ha dotado de armamento a los peshmergas -combatientes kurdos- al ser considerados como un gran activo militar frente a las ambiciones territoriales que hasta ahora ha venido teniendo el grupo terrorista. Esto, inevitablemente, ha traĆdo consigo que las aspiraciones independentistas de los kurdos se estĆ©n acentuando, ya que han sido capaces de ver en la coyuntura regional actual la oportunidad idónea para alcanzar la creación del tan ansiado Estado kurdo.
De tales circunstancias ha surgido la puesta en marcha del referĆ©ndum por la independencia del pueblo kurdo en Irak. Las reacciones de aquellos estados en los cuales se asienta la población kurda no se hicieron esperar. Por supuesto, Irak ha sido el mĆ”s perjudicado de todos. El Primer Ministro, al-Abadi, ademĆ”s de advertir que nadie jugarĆ” con la integridad y la unidad de Irak, ha exigido al KurdistĆ”n iraquĆ que ceda al gobierno central el control total de sus aeropuertos y pasos fronterizos. IrĆ”n, ademĆ”s de amenazar con bloquear las fronteras, cerró dos dĆas despuĆ©s de la consulta las oficinas de la televisión kurda Kurdistan24 y el gobierno de TeherĆ”n mandó a la policĆa iranĆ buscar y detener a aquellos que celebraron el plebiscito en Rojhilat, territorio habitado por los kurdos en el paĆs persa. Desde Ankara se estĆ” estudiando la implementación de sanciones económicas e incluso se ha llegado a plantear poner en marcha medidas de carĆ”cter militar.
La participación de referĆ©ndum por la autodeterminación del pueblo kurdo en Irak fue mayĆŗscula, llegando al 90% en algunas localidades. Los kurdos forman la minorĆa Ć©tnica mĆ”s grande sin un Estado nación en la región de Oriente Medio y no parece que las ambiciones de crear un gran estado que recoja bajo sus fronteras a la totalidad del pueblo kurdo vayan a disolverse. Incuestionablemente, han dejado ver su valĆa y valentĆa en la lucha contra Estado IslĆ”mico en Siria e Irak con resultados mĆ”s que favorables. No busco, ni quiero, entrar a argumentar si el pueblo kurdo deberĆa o cuenta con las condiciones necesarias para poder formar un Estado nación propio, pero fuera de todo debate sobre el derecho internacional en materia de autodeterminación de los pueblos, es mĆ”s que evidente que en cuestiones de geopolĆtica y seguridad internacional podrĆan llegar a ser, como hasta ahora han demostrado, un gran aliado.
Por Nora Gómez.
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