«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La precariedad económica impide al 65% de los jóvenes madrileños emanciparse

Un padre acompañado por toda su familia

De este informe se desprende que cuatro de cada diez jóvenes madrileños no puede fundar un hogar


El contexto de precariedad económica que vive España, donde la media salarial permanece baja y el coste de la vida es cada vez más elevado, conlleva lógicos efectos demográficos; efectos que ha tratado de sintetizar el ‘Informe Familia 2017, que es un estudio que ha elaborado la Universidad Pontificia de Comillas con el patrocinio de la Fundación Casa de la Familia y el impulso del arzobispado de Madrid.
Este informe, tal y como recoge Actuall, nos dice que cuatro de cada diez personas no puede fundar un hogar, así como que los problemas económicos impiden emanciparse al 65% de las personas menores de 35 años. ‘Las vulnerabilidades económicas multiplican tanto las dificultades educativas como el pesimismo; y aumentan el descontento con los hijos, reducen la actividad social y hacen más desigual la toma de decisiones’, ha aseverado Fernando Vidal, director del Instituto de Familia de la Universidad de Comillas.

El estudio, que toma como muestra a 1600 mayores de edad residentes en la Comunidad de Madrid, también abunda en los problemas existentes en el ámbito de la conciliación laboral-familiar. Así, el 72,1% de los encuestados que aseguran no estar satisfechos con la cantidad de tiempo que pasan con su pareja señala que el motivo de esta insatisfacción es la jornada laboral. En este sentido, el informe muestra que el 85% de los madrileños reclama mayores facilidades en materia de conciliación para los padres de familia.

Una sociedad familiar

En cualquier caso, el estudio de la Universidad de Comillas también aporta datos sobremanera positivos. Por ejemplo, el 70,4% de los madrileños goza de un pareja estable y el matrimonio constituye la forma mayoritaria de convivencia. Otrosí, en este sentido, enseña que la sociedad madrileña es esencialmente familiar, pues ocho de cada diez personas vive en familia y el 85% asegura que la familia extensa es muy importante en su vida.
Pese a este carácter eminentemente familiar de la sociedad española, lo cierto es que las ayudas a la familia por parte del Estado son más bien exiguas (al contrario que en otros países europeos como Polonia). Así lo denunció en mayo de este año Mariano Martínez-Aedo, vicepresidente del Instituto de Política Familiar.
Aunque el 15 de mayo es el día internacional de la Familia, en España poco podemos celebrarla. La política familiar en España fluctúa entre la inexistencia y la irrelevancia y nos sitúa a la cola de Europa. A pesar de que la Unión Europea ha instado a los distintos Estados miembros a que desarrollen políticas de cara a lograr un apoyo a la maternidad, la demografía, la perspectiva de familia, etc., las distintas administraciones españolas han ignorado estas directrices, con lo que no sólo no toma en consideración las directrices europeas sino que está provocando el agravamiento de todos estos problemas’, aseveró Martínez Aedo.
 

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