Open Society Foundation – propiedad del globalista George Soros – ha donado generosas cantidades de dinero para difundir ideas abortistas
En Irlanda, la vida del no nacido está protegida por la Constitución gracias a una enmienda aprobada en el año 1983; una enmienda en la que se establece que el derecho a vivir del nasciturus debe ser protegido y respetado del mismo modo que es protegida y respetada la vida de la progenitora. De esta forma, la legislación irlandesa es muy restrictiva en lo que al aborto se refiere: sólo está permitido en caso de riesgo para la vida de la madre.
Esta protección de la vida del nonato disgusta a ingentes instituciones supranacionales y oenegés que han hecho de la promoción de los dogmas progresistas su principal quehacer. No en vano, han sido opresivas las presiones que la UE y la ONU han ejercido sobre Irlanda para que ésta altere su política provida.
Y lo cierto es que está presión ha dado su fruto, pues el próximo año 2018 los irlandeses votarán en plebiscito si la octava enmienda debe permanecer tal cual está o si, por el contrario, debe cambiar de naturaleza. Así lo ha decidido, acuciado por las presiones internacionales, el primer ministro del país, Leo Varadkar, un homosexual de ideas liberales que, en 2015, hizo campaña a favor de la legalización del matrimonio gay en el país.
Tal y como ya relató La Gaceta, la Open Society Foundation – propiedad del magnate globalista George Soros – ha donado generosas cantidades de dinero encaminadas a fortalecer la campaña proabortista. Las beneficiarias de este dinero han sido Amnistía Internacional Irlanda (137.000 euros), la ‘Irish Family-Planning Association’ (132.000 euros) – la filial de Planned Parenthood en Irlanda – y a la Abortion Rights Campaign (25.000 euros).
Unas donaciones que, de acuerdo con la legislación irlandesa, son ilícitas. No en vano, tal y como ha denunciado Citizen Go, la Comisión de Normas Públicas de Irlanda establece en su web que es ilegal recibir fondos de organizaciones foráneas con objeto de influir en la política estatal del Gobierno.
Ante este atropello, la plataforma internacional Citizen Go ha emprendido una recogida de firmas cuyo propósito es impeler a la Comisión de Normas Públicas de Irlanda a investigar el dinero que han recibido Amnistía Internacional y las otras organizaciones citadas por parte de la fundación de Soros. Una recogida de firmas que, en su primer día, ha logrado el apoyo de 1300 personas.
Las actividades de Open Society Foundation
Además de extender por todo el mundo los preceptos de la ideología de género, el principal propósito de la ‘Open Society Foundation’ es eliminar los Estados-Nación y construir, de esta manera, un mundo sin fronteras. Es por ello por lo que Soros – y su fundación – han estado vinculados al impulso de movimientos migratorios masivos, entre los que podemos destacar la llamada ‘crisis de refugiados’, y la creación de ingentes instituciones transnacionales.
Ya en 1998, el magnate de origen húngaro aseguraba que la ‘soberanía de los Estados debe estar supeditada a la ley e instituciones internacionales’ y añadía que ‘el mundo requiere un sistema global de toma de decisiones políticas. En definitiva, una sociedad global que pueda sostener una economía global’.