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Obras en el Obispado de Málaga

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Este lunes han comenzado las obras de reparación de la fachada de Ars Málaga, Palacio Episcopal, fruto del convenio firmado entre el Ayuntamiento de Málaga, a través del Instituto Municipal de la Vivienda (IMV) y el Obispado de Málaga.

El convenio entre el IMV y el Obispado va a permitir la rehabilitación de las fachadas de diversos edificios históricos de la ciudad que cuentan con diferentes grados de protección. Se trata del Hospital de Santo Tomás, situado en calle Santa María; el Palacio Episcopal, y el edificio de dependencias parroquiales de la iglesia de Santiago, en la calle Alcazabilla.

«El Obispado de Málaga agradece esta obra de restauración al Ayuntamiento de la capital, al ser un edificio emblemático de la ciudad que recuperará el esplendor que le han restado la humedad y el paso de los años» explica el director de Ars Málaga, Palacio Episcopal, Miguel Ángel Gamero.

El edificio del Palacio Episcopal se levanta en la Plaza del Obispo, muy próximo a la Catedral de Málaga, bajo el patrocinio del arzobispo José F. Lasso de Castilla, a partir del año 1762. Sus trazas se deben al arquitecto Antonio Ramos, quien a la muerte de José de Bada en 1756 continúa con las obras que éste realizaba para la Catedral, levantando los poderosos cubos cilíndricos que centran las puertas de su crucero.

Muy importante por su alta calidad compositiva es el diseño de su fachada principal, de tres plantas de altura, que se articula a través de pilastras pareadas y simples de bajo resalte entre las que se disponen grandes huecos a modo de balcones en las plantas superiores y de ventanales en la inferior. De un barroco clasicista donde destacan los frontones rectos y curvos de los huecos superiores, sobresale en esta fachada su magnífica portada-retablo que se le superpone en el centro, en tres cuerpos de altura, combinando mármoles en colores gris para el fondo y rosa en las columnas, cuyo número decrece progresivamente en cada planta superior.

En ella destaca el gran balcón de movido diseño sobre la puerta de acceso, los elegantes remates con que se coronan pilastras y columnas, y los escudos que se muestran sobre la puerta de ingreso. Asimismo es de destacar en el último cuerpo de esta portada la profunda hornacina enmarcada entre pilastras con guirnaldas que aloja en su interior una imagen de la Virgen de las Angustias, obra de Fernando Ortiz.

A la muerte de Antonio Ramos en 1782, las obras de este palacio las continúa su sucesor José Martín de Aldehuela, quizás el autor de la balaustrada de piedra con que se acaba superiormente el edificio, añadido en un momento posterior.

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