El director y guionista Pablo Gonzalo Pérez se está proyectando en la escena iberoamericana con un nuevo largometraje de sello argentino
BUENOS AIRES.- No es fácil hacer cine en nuestro país. Son tantas las dificultades y tropiezos que llegar a un estreno es un acto de tenacidad. Desde la falta de confianza en el talento local por parte de los inversionistas hasta los berrinches de la política que le bajan el pulgar a ciertos actores. Palos en la rueda es lo que sobra en el cine nacional.
El director y guionista Pablo Gonzalo Pérez (43) se está proyectando en la escena iberoamericana con un nuevo largometraje de sello argentino. «El Kiosco» (trailer) es una película para ver en familia. Prueba de fuego para un joven director que viene cosechando premios con sus cortometrajes reconocidos internacionalmente.
Las peripecias de Mariano interpretadas por Pablo Echarri. Uno de los actores más taquilleros del cine argentino y estrella de nuestra TV. La gran actriz Georgina Barbarossa no necesita presentación. Otra vez Roly Serrano con toda su potencia actoral. Mario Alarcón a la altura de los grandes siempre que se lo convoca. Sandra Criolani interpretando el papel de Ana. Martín Rocco, Rubén Pérez Borau y Olivia Gukenheimer completan el elenco. Una película de Adart Producciones y Paimún Cine, distribuida por Primer Plano Film Group.
El Chimango del Sur de Intereconomía accedió a una entrevista exclusiva con el director Pablo Gonzalo Pérez.
Entrevista
– Es su primer película dirigiendo actores consagrados: Barbarossa, Echarri, Serrano, Alarcón… ¿Qué nos puede contar acerca de esta nueva etapa?
– Es algo muy extraño y nuevo para mí. A esta película la vengo soñando desde hace mucho tiempo, más de ocho años; y transitar estos próximos días antes de que finalmente despegue son muy movilizadores. La peli va a dejar de ser mía, va a ser libre y va a hacer su propio camino. Puedo de acá en más acompañarla, pero sólo eso. Esto me alegra y en cierta forma me duele, porque disfruté mucho haciéndola y voy a extrañarlo. Además tuve, como bien mencionás, la enorme fortuna de trabajar con actores consagrados. Estrellas, a las que cada dos pasos les piden un autógrafo o una foto y que sin embargo son absolutamente humildes, gente de barrio. Y esta condición de sus personalidades hizo que todo sea más sencillo para mí, o tal vez deba decir menos complejo porque hacer cine nunca es algo sencillo. Siempre estaban de buen humor, muy atentos a cualquier requerimiento que se les transmitía, aportando sus miradas y sugerencias, y empujando, siempre empujando para avanzar, sobre todo en los momentos más críticos del rodaje. Yo pude descansar mucho en el talento y el temple de este grupo de actores por lo que estoy profundamente agradecido.
– ¿Cómo surgió la idea de El Kiosco? ¿Que es lo mejor que tiene la película?
– La idea central del kiosco surge hace mucho tiempo, allá por el 2001 cuando un compañero de estudios me contó que él había tenido un kiosco y le había pasado algo similar a lo que le ocurre a Mariano, el personaje que interpreta Pablo. Compró el local y a poco de esto cerraron la calle en donde estaba, de un día para el otro se quedo prácticamente sin clientela. Yo siempre intento estar atento a encontrar alguna historia que contar y entonces quedé impresionado por la potencia de este conflicto. Enseguida me puse a escribir y al cabo de un tiempo obtuve un cuento de unas 30 páginas. Lo guardé. Diez años después, cuando luego de hacer varios cortometrajes ya me sentía preparado para encarar el largo, encontré en el disco rígido de mi computadora este cuento y pensé que era una linda historia para transformarla en película. Entre 2011 y 2012 escribí la primera versión de las diecinueve que tuvo el guión. Y creo que ese laburo se nota en la peli; considero que uno de los puntos más fuertes que tiene es la historia. Otro punto alto son sin duda las actuaciones. Todo el elenco se lució en su trabajo. Todos los personajes están vivos y respiran fuerte. Y especialmente los que vos nombras como consagrados en tu anterior pregunta, creo que consiguieron interpretaciones superlativas. Siempre es hermoso ver actuar a los actores, pero cuando logran alcanzar niveles tan altos la cosa empieza a parecerse más que a un hecho artístico a un hecho mágico. Estoy profundamente agradecido por la confianza y la entrega que pusieron en este proyecto.
– El cine argentino está pasando por un periodo de incertidumbre como consecuencia de las políticas liberales que dejan todo en manos de los intereses comerciales ¿Quién cuida nuestro cine?
– Es un momento muy complicado. Los cambios en el fomento del cine han favorecido a las grandes producciones y dejado muy desprotegidas a las producciones pequeñas. En lo particular disfruto mucho del cine comercial o industrial, pero también del cine de autor, aquel que no cuenta con grandes figuras ni tiene tantos recursos pero que tiene historias poderosas. Con estas nuevas tendencias – que en realidad nada tienen de nuevas – van a quedar a oscuras un montón de historias que son necesarias, que tienen que ser contadas, historias que pueden ser el espejo de un montón de gente. El cine forma parte de la identidad cultural de una sociedad. No es sano que sólo algunos pocos puedan hacer películas ¿Quién tiene que cuidar de nuestro cine? Todos, todos nosotros porque nuestro cine somos nosotros. Y la organización que nos estructura llamada Estado debería ser la primera en cuidarnos.
– La administración Macri avanzó sobre los medios estatales e intervino el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). No puedo dejar de preguntarte como hombre de nuestra cultura ¿Cómo estás viviendo esta etapa de retroceso en la democratización de medios?
– Con profunda tristeza. El retroceso es evidente. Y ni siquiera se hacen esfuerzos por ocultarlo. La actual administración no tiene a la cultura como prioridad. Las señales Canal Encuentro y Paka Paka, por ejemplo, que han sido una revolución en los medios, cuyas producciones fueron premiadas en todo el mundo, han sido despojadas de recursos, diezmadas en contenidos y abandonadas a su suerte. Hoy las vemos languidecer, llenando la pantalla con programación vieja mientras el discurso oficial repite que «las señales están mejor que nunca». El INCAA también cayó víctima de la «modernización». Si bien no hay una intervención de hecho, hay cambios y muy perjudiciales, por ejemplo en la política crediticia del Instituto que hace que sólo pueda filmar aquel que tiene grandes recursos económicos, aquel que ya hizo películas. El nuevo, el que quiere empezar se las ve muy difíciles. Yo soy un afortunado por haber podido realizar mi película. Si tuviese que empezar hoy no la podría filmar.
– ¿Cuáles son tus próximos pasos después del estreno de El Kiosco? ¿Hay nuevos proyectos en marcha?
– Lo próximo es disfrutar. Disfrutar del estreno y compartirlo con mi familia, el equipo y el elenco. Y después a empezar de nuevo. Ya tengo una primera versión del que quiero sea mi próximo largo y tengo escaleteada una serie. Tengo muchas ganas de concretar estos proyectos, en lo posible en menos de ocho años. Sé que es un momento histórico difícil, pero como dice la canción de León Gieco «El amor es tenaz y vuelve a salir como el sol».
– Muchas gracias Sr. Pablo Gonzalo Pérez.
