«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

'Padre' y 'madre', términos proscritos en las escuelas británicas católicas

Un padre acompañado por toda su familia

La génesis de esta orden del Ejectivo británico se halla en la queja de un padre de familia del colegio Holy Ghost Catholic en Wandsworth


En consonancia con su política familiar y social de los últimos años, el conservador Gobierno de Reino Unido ha compelido a las escuelas católicas de Inglaterra y Gales a eliminar los términos ‘padre’ y ‘madre’ de sus formularios de admisión como consecuencia de su potencial carácter ‘discriminatorio’ con los homosexuales, los padrastros y los padres separados.
Una decisión que ha llevado al Servicio de Educación Católica de la Conferencia de Obispos de Inglaterra y Gales a pedir a las escuelas bajo su jurisdicción que revisen, preventivamente, sus políticas tomando en consideración el despótico mandato del Gobierno. Posteriormente, los prelados se pronunciarán y adoptarán la decisión final sobre esta kafkiana cuestión.
En este sentido, un portavoz del Servicio de Educación Católica ha asegurado, tal y como recoge Aciprensa, que van a trabajar ‘en estrecha colaboración con la diócesis y la OSA (Office of the School Adjudicator) con afán de desarrollar un Certificado de Práctica Católica’ que tendría como objetivo ‘producir un enfoque unificado de admisiones para todas las escuelas católicas y que cumpla plenamente el código’.
La génesis de esta orden del Ejectivo británico se halla en la queja de un padre de familia del colegio Holy Ghost Catholic en Wandsworth. De esta manera, el progenitor acusó al centro de incurrir en discriminación contra homosexuales, padrastros y padres separados con el uso de los términos ‘padre y madre’ en su formulario de inscripción; formulario que, de acuerdo con él, habría de contener otras palabras más respetuosas con la compleja realidad social.
La protesta fue atendida por el inspector del Gobierno Peter Goringe, quien dio la razón al padre de familia y, en consecuencia, impelió a los colegios católicos a sustituir los conflictivos términos por otros supuestamente más adecuados tales como ‘padre 1’ y ‘padre 2’.
En cualquier caso, ingentes personalidades del país han mostrado su indignación ante la dañina absurdidad de la orden del Gobierno. Por ejemplo, Alan Smithers, director del Centro de Investigación para la Educación y el Empleo en la Universidad de Buckingham, ha criticado el fallo arguyendo lo evidente: ‘Nuestra sociedad se basa en familias y la mayoría de ellas están constituidas por un padre y una madre. Si sólo hay un padre, complete ese espacio del formulario’.

Una historia ya conocida

No es ésta la primera ocasión en que los postulados de la ideología de género se imponen en las escuelas religiosas británicas. De este modo, la pasada semana la Iglesia de Inglaterra presentó un informe en el que impele a las escuelas bajo su jurisdicción a permitir que los alumnos experimenten con sus identidades sexuales y de género: ‘Los alumnos necesitan poder jugar con las capas de la identidad de género’.
Un informe en que también se niegan las diferencias biológicas entre los sexos: ‘Los niños deben ser libres de explorar las posibilidades de quiénes son sin que sean juzgados o escarnecidos. Por ejemplo, un niño puede elegir un tutú, un disfraz de princesa y zapatos de tacón; o un casco de bombero, un cinturón de herramientas y disfraz de superhéroe’, reza el comunicado, cuyo aparente propósito es concienciar sobre el acoso escolar ‘homofóbico’.

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