«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El Papa recuerda que el aborto viola el derecho más fundamental

El Papa Francisco en San Pedro del Vaticano

En su mensaje, el Papa Francisco también condena veladamente la imposición de la ideología de género – y de diversas prácticas eugenésicas – en los países del Tercer Mundo


Este lunes su Santidad Francisco ha enviado al cuerpo de embajadores de la Santa Sede su mensaje anual. Un texto en el que el Pontífice se refiere fundamentalmente a la Declaración Universal de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que fue adoptada el 10 de diciembre de 1948.
En este mensaje, el Papa expresa al cuerpo diplomático del Vaticano su pesadumbre por el hecho de que hogaño, siete décadas después de la promulgación de la Declaración, continúen vulnerándose importantes derechos fundamentales: ‘Con una distancia de setenta años, es muy doloroso ver cómo se siguen violando muchos derechos fundamentales hoy’.
En este sentido, el Papa recuerda el aborto, una inmoral práctica con la que se conculca el derecho a la vida de millones de seres humanos no nacidos cada año: ‘No sólo infringen estos derechos la violencia y la guerra. Hoy en día, existen medios más sutiles. Pienso principalmente en los niños inocentes que son desechados antes de nacer, indeseados a veces por el mero hecho de presentar enfermedades o malformaciones, o como resultado del egoísmo de los adultos’.
Asimismo, el Pontífice condena veladamente la imposición de la ideología de género – y de diversas prácticas eugenésicas – en los países del Tercer Mundo: . ‘Hay un riesgo de que, en nombre de los derechos humanos, veamos el auge de formas modernas de colonización ideológicas por los más ricos y los más fuertes en detrimento de los más pobres y los más vulnerables’
También se refiere el Papa Francisco a otras realidades como el tráfico de seres humanos, la violencia y opresión contra las mujeres, como la marginación social de las personas de fe, o la falta de voluntad para luchar contra el cambio climático; realidades que suponen una constante conculcación de los derechos humanos.

En defensa de la familia

En su mensaje, el Pontífice también enaltece la familia, institución a la que no duda en definir como ‘célula natural y fundamental de la sociedad’; y muestra su tristeza por el hecho de que ésta esté siendo despreciada por los poderes públicos en el Occidente hodierno: ‘Desafortunadamente, es un hecho que, especialmente en Occidente, la familia es vista como una institución obsoleta’.
De este modo, su Santidad reivindica la estabilidad de la vida familiar frente a la incertidumbre de las relaciones promovidas hogaño: ‘Se prefieren las relaciones cambiantes a la estabilidad de un proyecto definitivo. Se necesita una piedra sobre la que construir edificios sólidos. Y esa piedra es precisamente la comunión de amor que une a un hombre y a una mujer, una comunión que tiene una austera y sencilla belleza’.
Para concluir, el Pontifice ha manifestado la necesidad de que sean adoptadas ‘políticas genuinas encaminadas a respaldar a la familia, en la que depende el futuro y el desarrollo del Estado’.

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