«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El primer Pujol que es como los demás

Después de detenciones tan mediáticas como fueron las de Granados, Rato y ahora la de Ignacio González, dónde incluso algún medio supo adelantarse al furgón, el trato recibido por la familia Pujol resultaba, cuanto menos, curioso. Según parece, nuevos informes de la UDEF han contribuido a que, ahora si, la fiscalía anticorrupción pidiera prisión para Jordi Pujol Ferrusola, hijo mayor de la familia Pujol, y el Juez De la Mata, ayer noche, decretará para él prisión incondicional, comunicada y sin fianza por despatrimonialización y ocultación de bienes continuados hasta la actualidad.

Recordemos que la familia Pujol Ferrusola goza del nefasto privilegio de tener a todos sus miembros en calidad de ‘investigados’ judicialmente, por constituir una ‘organización criminal’: Jordi Pujol, Marta Ferrusola y Jordi, Oleguer, Josep, Pere, Oriol, Marta i Mireia Pujol Ferrusola. A pesar de este raro y vergonzoso récord, y de que el pistoletazo de salida fue la autoinculpación, por parte del patriarca de la familia, ahora ya conocida como clan’ el 25 de julio de 2014, de tener dinero en el extranjero desde 1980; hasta ahora no se había producido ninguna detención y, hasta ayer, ninguna prisión preventiva, para ninguno de sus componentes.

No entiendo nada. Muchas eran las voces que alertaban de la posibilidad de que, sin apenas medidas cautelares, algún miembro del clan se dedicara a destruir pruebas o a deslocalizar bienes, ¿por qué solo se ha actuado judicialmente cuando se han podido constatar estos supuestos? ¿Alguien me lo explica?

 

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