«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El silencio político tras el ataque cristianófobo contra la capilla de la Autónoma

El silencio político se ha impuesto tras el último ataque cristianófobo ocurrido este viernes en la Universidad Autónoma de Madrid y tan sólo algunos cargos a título individual han condenado el ataque con artefactos incendiarios.

Ninguna de las cuatro fuerzas mayoritarias ha censurado a través de su cuenta oficial en la red social Twitter el ataque. Sí lo ha hecho el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, que ha asegurado que «un ataque contra la libertad y el patrimonio que no puede tener cabida en nuestra sociedad» y merece una «condena», y el concejal del Ayuntamiento de Madrid socialista Ignacio Benito, que ha mostrado su «condena sin paliativos al ataque contra la capilla». «Puede abrirse el debate sin violencia ni ofender a los creyentes», ha aseverado.

Por su parte, VOX ha criticado que se hable de «islamofobia» tras el intento de incendio de la capilla o la agresión a una religiosa en Granada, y ha pedido a los dirigentes políticos una condena unánime de la cristianofobia.

Este silencio contrasta con la propaganda homosexualista de los partidos en sus perfiles de redes con motivo del «orgullo gay». Algunos dirigentes, como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, han manifestado que «apoyan el orgullo» y que en defensa de los derechos LGTBI no tiene «nada» que demostrar «a estas alturas».

Condena de la Universidad

El rector de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), Rafael Garesse, sí condenó «de forma rotunda» los actos de violencia y «reprobó estas muestras de intolerancia contra la convivencia universitaria, los derechos y la libertad de las personas». «La universidad es un ámbito de debate, de tolerancia y de respeto de todas las creencias y valores de los miembros de la comunidad y de la sociedad en general», declaró en un comunicado firmado este viernes. 

La capilla fue atacada a primera hora del viernes con el lanzamiento de artefactos incendiarios, que no provocaron llamas pero sí dañaron una de las tallas que se encontraban en la estancia. Fuera del recinto, los atacantes dejaron una pintada con la célebre frase que se ha vuelto un lugar común del anticlericalismo español: «La iglesia que ilumina es la que arde».

El Arzobispado de Madrid emitió un comunicado censurando el nuevo ataque y expuso que se generaron daños en las paredes, el suelo, en una imagen de San José y en una puerta. Aseguró que «reza por los responsables y manifiesta su dolor por este tipo de actos que quiebran la verdadera convivencia en sociedad», para recalcar que la universidad debería ser el lugar por excelencia «de búsqueda de la verdad y confrontación racional de ideas; un lugar donde siempre se defienda la verdadera libertad cuya expresión más auténtica se manifiesta en la libertad religiosa como subraya la Iglesia y se reconoce en los Derechos Humanos».

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