De la prensa de hoy y no sabiendo si reír o llorar extraigo la siguiente noticia. El disparate y el esperpento pueblan las páginas de información y ya a nadie se le despeina un cabello. Ahí va eso:
Irak: Un instructor de terroristas suicidas mata a sus alumnos por error
Más de 20 militantes murieron y más de 10 resultaron heridos cuando su instructor, que les estaba enseñando cómo hacer ataques suicidas, detonó una bomba por error. El accidente sucedió en un campamento de terroristas al noreste de Bagdad, la capital de Irak.
Las fuerzas de seguridad del país llegaron al lugar después de registrar la explosión, detuvieron a los sobrevivientes y recuperaron varios cinturones y coches bomba.
Voy a tratar de desmenuzar lo leído a ver si lo he entendido bien. Unos chicos estaban siendo entrenados por un señor instructor para ejecutar con profesionalidad la siguiente tarea: colocarse alrededor de su cuerpo unos cinturones cargados de explosivos con el objetivo de acercarse a otras personas de opiniones diferentes a las suyas y entonces detonar la dinamita y volar por los aires ellos y los que les rodean.
Como podrán ver nada se dice acerca de la motivación de estos sujetos para tener estas intenciones tan perjudiciales para la salud de sus semejantes. Créanme que sí se tratara de “ultra católicos” y no de islamistas ese dato sería el titular de la información del diario de Soraya. Pero esa es otra historia.
En este trance de aprendizaje parece que el monitor o instructor anticipó el suicidio de sus pupilos evitando así las posibles masacres para las que les preparaba tan concienzudamente.
Según tengo entendido la CIA trata de localizar al instructor para que sea él quien prepare también a los próximos grupos de suicidas islámicos…
