¿Cómo puede ser que la noticia de un embarazo, tan alegre y positiva para la familia, pueda ser la condena de muerte para uno de sus miembros?
Desgraciadamente se producen muchísimos abandonos de gatos por miedo a la toxoplasmosis durante el embarazo. Un problema tan real como absurdo. Y el origen del problema, como de tantos otros, es el desconocimiento. Desconocimiento de los padres, que por miedo, prefieren desembarazarse de su gato sin tan siquiera informarse primero. Y desconocimiento de muchos ginecólogos, que en lugar de estudiar como se produce realmente el contagio o derivar esa consulta al veterinario, aconsejan a los asustados padres deshacerse de su gato como si de un objeto se tratase.
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La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa causada por un parásito (Toxoplasma gondii) que muchos de nosotros hemos sufrido sin saberlo. En torno al 50% de los adultos hemos pasado esa enfermedad, pero al ser casi siempre asintomática, no nos damos ni cuenta. Pero esta enfermedad, inofensiva para un adulto, puede matar al feto y de ahí la lógica preocupación de las embarazadas y sus ginecólogos.
¿Qué debería hacer una embarazada que convive con uno o varios gatos en casa?
Lo primero, como digo en el titular de esta entrada del blog, si tu ginecólogo te aconseja deshacerte del gato, cambia de ginecólogo. Y después ve a hacerte un análisis para saber si ya has tenido la enfermedad (como apuntaba antes, más o menos la mitad de la población la ha tenido sin saberlo). En caso de ser así, darás positivo en el análisis y no tendrás que preocuparte más por este tema, pudiendo estar tranquila el resto del embarazo. Tú y tu gato.
Pero si el resultado es negativo es porque no has pasado nunca la enfermedad y tu cuerpo no está inmunizado contra ella, así que tendrás que ir con el gato al veterinario para hacerle las pruebas también a él.
El porcentaje de la población felina mundial que da positivo a la toxoplasmosis es ridículo, así que es tremendamente difícil que el tuyo sea uno de ellos. Piensa que la toxoplasmosis se contagia a través de la carne cruda por lo que un gato doméstico, alimentado normalmente por pienso y latas de comida húmeda, tiene muy pocas posibilidades de ser contagiado. Pero siempre cabe la posibilidad de que haya cazado algún ratoncito en la calle con la enfermedad, un pajarito…
Si es negativo (lo más normal), de nuevo podrás disfrutar junto a tu gato de 9 meses de felicidad y algún que otro vómito.
Pero en el rarísimo caso de que el gato esté dentro de ese porcentaje que da positivo, tendrás que seguir tomando precauciones, no le eches de casa todavía.
Un gato con toxoplasmosis, a diferencia del resto del reino animal, contagia la enfermedad a través de sus heces, eliminando ooquistes (los microrganismos infecciosos) junto a ellas. Cualquier otro animal enfermo (incluidos los humanos) mantiene el agente infeccioso de la enfermedad (los ooquistes) dentro de su cuerpo y de ahí que sea necesario comer carne cruda para contagiarse.
Pero es importante saber que el gato solo elimina esos ooquistes durante las dos semanas posteriores al contagio. Es decir, salvo que tu gato acabe de infectarse, el positivo de su análisis solo indicará que ya ha pasado la enfermedad y su cuerpo está protegido con anticuerpos, por lo que no hay posibilidad de que te contagie a ti.
Pero habiendo dado positivo, lo que podemos hacer es mandar una muestra de sus heces al laboratorio para saber si contienen ooquistes o no y así saber si el contagio de la enfermedad es reciente.
En realidad esto último no es necesario, porque incluso poniéndonos en el peor de los casos y tu gato haya tenido la mala suerte de contagiarse esa misma semana y esté eliminando ooquistes en este preciso momento, con un mínimo de higiene eliminarías por completo el riesgo.
Los ooquistes se activan 24 horas después de haber sido eliminados y permanecen así durante 5 días. Esto quiere decir que solo en ese periodo de tiempo, desde el segundo al quinto día, son contagiosos. ¿De verdad no limpiáis el arenero varias veces al día?. ¿Cabe la posibilidad de que las heces de tu gato estén más de un día en tu casa?
Solo si pasadas 24 horas se te ocurriese tocarlas con las manos y después te chupases los dedos tendrías riesgo de contagio. Supongo que no es posible que eso ocurra, pero siempre puedes encargarle la tarea de la limpieza de los areneros a tu marido durante ese tiempo para estar tranquila del todo. O usar guantes.
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Resumiendo: para que un gato doméstico pueda suponer algún riesgo para el feto, tendrías tú que dar negativo en el análisis (porque no has pasado la enfermedad antes), tu gato tiene que dar positivo (muy poco probable) y además estar en la fase contagiosa de la enfermedad (dos semanas). Y si se dan todas esas desafortunadas circunstancias, tendrías que tener unos hábitos de higiene bastante discutibles para poder contagiarte.
No hay ninguna justificación para abandonar al gato. Deja que comparta con vosotros esa nueva etapa y que disfrute del bebé cuando nazca como el resto de la familia.