Al ala dura del Movimiento de Renovación Nacional (MORENA), el partido socialista de López Obrador, no le gustó nada que en las recientes elecciones los electores escogieran cambiar el rostro de la capital de México haciendo triunfar a la oposición, que ahora gobierna en 9 de las 16 alcaldías (de Ciudad de México).
Con ello, el liderazgo de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum –la consentida de AMLO para sucederlo en la presidencia- quedó en entredicho. Siendo ese el contexto, la alcaldía de Cuauhtémoc bien podría reconocerse como la «joya de la Corona» ya que en ella se encuentran ubicadas las principales sedes del poder político, financiero y religioso: el Palacio Nacional (donde vive López Obrador), el Palacio del Ayuntamiento (donde despacha Sheinbaum), el Congreso de la Ciudad de México, la bolsa de valores, la Catedral Metropolitana.
Y en esa alcaldía, la de Cuauhtémoc, ganó una opositora: Sandra Cuevas. Esto MORENA y sus secuaces parecen no perdonárselo, y no pocos opositores han señalado que el partido oficialista busca arrebatar el gobierno de esa alcaldía con un golpe suave jurídico, ganando así lo que no pudieron en las urnas.
La cosa es que Sandra Cuevas ya fue vinculada a un proceso penal acusada de haber incurrido en abuso de autoridad, robo y discriminación, tres delitos que una juez del Reclusorio Preventivo Norte habrá de evaluar. Por lo pronto, increíblemente, ya que es una gobernante legítimamente electa, Cuevas ya fue suspendida de su cargo, en el que se mantuvo sólo poco más de 160 días.
Los alcaldes, diputados y partidos de oposición se unieron para apoyarla y han declarado que es inocente y que todo se trata de una vulgar persecución política, en la que se asoma la mano de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. Exigieron a las autoridades actuar en estricto apego al Estado de Derecho.
Todo empezó cuando en febrero de año que corre, dos policías auxiliares de la ciudad de México denunciaron que Sandra Cuevas los habría supuestamente insultado y agredido físicamente en las oficinas de la propia alcaldía.
El problema se habría suscitado luego de que la alcaldesa los citó para abordar el tema de las diferencias que ellos habían tenido con funcionarios de ese mismo Gobierno relativos a la reubicación de comerciantes ambulantes del Centro Histórico.
Supuestamente, según el relato de tales policías, tal día, el viernes 11 de febrero a las 8:00 pm, en esas oficinas fueron agredidos en varias ocasiones por la alcaldesa y por otros hombres ahí presentes. La alcaldesa habría dado unas cachetadas a uno de los policías, al grado de que éste, según él mismo, tuvo que ir dar al hospital por “golpes contusos” y usar un collarín. Además, los uniformados habrían sido retenidos ilegalmente, golpeados, y despojados de sus radios, por gente de la alcaldía a las órdenes de Cuevas.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, actuando de forma extraordinariamente expedita, el sábado 12 de febrero, ya estaba informando que había abierto una carpeta de investigación en contra de a Cuevas, por los delitos de «privación de la libertad, abuso de autoridad y robo«.
El tema, como era previsible, fue escalando, cuando Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad defendió a los policías auxiliares y rechazó que el tema tuviera fondo político. Lo mismo dijo Claudia Sheinbaum: que no había ninguna persecución contra Cuevas, que se trata sólo de un tema judicial.
La audiencia para establecer la imputación contra Cuevas se fue aplazando varias veces. El 28 de febrero, Cuevas declaró que todo se trataba de un montaje orquestado en su contra, y que tenía videos que probaban que todo era falso. Pero no se han dado a conocer tales videos aún.
El 14 de marzo de 2022 tuvo lugar la primera audiencia, donde la Secretaría de Seguridad Ciudadana señala a Cuevas por los delitos de agresiones y por privación ilegal de la libertad. La alcaldesa negó todos los cargos y reiteró que se trataba de una persecución en contra suya.
Sin embargo, ese mismo día, un juez de control de la capital ordena separar de forma inmediata a Sandra Cuevas de su cargo. Y luego, el 17 de marzo, es ya vinculada a un proceso por una juez del Reclusorio Preventivo Norte, por los delitos de abuso de autoridad, robo y discriminación.
No obstante, Cuevas no fue metida a la cárcel, pero la juez que lleva su caso sostuvo medidas cautelares, entre las que destaca la suspensión de su cargo como alcaldesa durante todo el tiempo que dure el proceso en su contra.
Por su parte, la Fiscalía capitalina declaró que la «suspensión temporal» de Cuevas no significa su destitución. Así mismo fueron vinculados al proceso tres funcionarios más de la misma alcaldía y por los mismos delitos.
Sandra Cuevas declaró: «Estoy preparada para absolutamente todo, estoy preparada para una vinculación a proceso, estoy preparada incluso para ir a prisión, estoy preparada para las decisiones que tome Claudia Sheinbaum Pardo porque esto es claramente una persecución política».
Fernando Belaunzarán, miembro de la formación centro izquierdista Partido de la Revolución Democrática, ex diputado federal, tuiteó: «Si permitimos que López Obrador y Claudia Sheinbaum se roben la alcaldía Cuauhtémoc que perdieron en las urnas el año pasado, en 2024 se van a robar el país. Así de grave».
Dentro de las mismas filas de Morena hubo quien lamentó lo sucedido contra Sandra Cuevas. Ricardo Monreal, coordinador de ese partido en el Senado, dijo que la suspensión temporal de la alcaldesa de Cuauhtémoc era «un golpe jurídico», y un «exceso», además de una decisión política, porque está al frente de un cargo de elección popular no puede ser removido por un juez, sino sólo por el Congreso local de la Ciudad de México, tras un proceso de desafuero.
A Monreal se le atribuye cercanía política con Sandra Cuevas, y lejanía con Sheinbaum, ya que ambos competirían por la candidatura a la presidencia de México en 2024. Gente cercana al obradorismo duro, y a la jefa de Gobierno, amagaron con expulsarlo de Morena. René Bejarano reclamó a Ricardo Monreal su apoyo a Sandra Cuevas. Dijo que no lo iban a “permitir”. Algunos legisladores por Veracruz anunciaron que buscarían la expulsión del también presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, por “traicionar” los estatutos de MORENA.
