La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha actualizado sus perspectivas económicas para España y ha atribuido una caída del 11,6% del PIB para este año.
La estimación es inferior a la del Fondo Monetario Internacional (FMI) (12,8%) y la Comisión Europea (12,4%), cuyo escenario es todavía más oscuro, aunque es la mayor de Europa, siendo el doble que Alemania (5,5%) y superando ampliamente a Italia (9,1%), a Francia (9,1%), Portugal (8%) y Grecia (10,1%).
La OCDE prevé que la tasa de paro en España se sitúe en el 15,8% este año y se eleve hasta el 17,4% en 2021. Descendería levemente hasta el 16,9% en 2022. Sobre el déficit público, señala que este año se disparará hasta el 11,7% del PIB y empezará a bajar lentamente en los dos próximos ejercicios (al 9% y al 6,6%). Y avisa de que «las diferencias en la especialización sectorial, y especialmente en el peso económico del turismo internacional, son un factor clave del impacto asimétrico del Covid-19 en la zona del euro, siendo los países del sur los más afectados y, entre ellos, España más afectada que Italia».
Desde el Gobierno socialcomunista han señalado que la OCDE «no ha tenido en cuenta» en sus nuevas previsiones la inyección de 27.000 millones de euros procedente de los fondos europeos, que aportará dos puntos adicionales al crecimiento del PIB. «Todos los informes que conocemos están bastante en línea con las propias previsiones teniendo en cuenta que hay que incorporar los fondos europeos», ha dicho la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
El de España será el segundo mayor hundimiento entre los 46 países analizados el organismo, solo por detrás de Argentina (12,9%), también en manos de la izquierda.
La entidad ha incidido en que en el caso del país gobernado por Alberto Fernández frenan el ritmo de la recuperación los crecientes desequilibrios macroeconómicos y las prolongadas medidas para contener el avance de la pandemia.
