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A través de un programa dotado con 53 millones de euros

Ayuso se pliega a la Agenda 2030: la Comunidad de Madrid subvencionará la compra de coches eléctricos

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, interviene en un Pleno en la Asamblea de Madrid. Europa Press

La Comunidad de Madrid se ha plegado a la Agenda 2030 y ha presentado un programa dotado con 53 millones de euros para subvencionar la compra de coches eléctricos.

En un comunicado, el Gobierno presidido por Isabel Díaz-Ayuso (PP) ha señalado que activará «los incentivos a la movilidad eficiente y sostenible» para que «los madrileños puedan adquirir coches sostenibles y puntos de recarga con ayudas de hasta 9.000 euros».

La primera modalidad de la subvención, dirigida a la compra de vehículos eléctricos, está dotada con más de 37 millones de euros. El importe del incentivo para personas físicas asciende a 4.500 euros en turismos, pudiendo alcanzar los 7.000 euros con el achatarramiento de otro vehículo de más de siete años de antigüedad.

Además, para furgonetas y camiones ligeros, las ayudas serán de entre 7.000 euros y 9.000 euros, con el achatarramiento de otra unidad, mientras que en el caso de cuadriciclos y motocicletas la ayuda asciende a 1.800 euros o 2.000 euros con achatarramiento.

«Madrid está impulsando una economía verde. Generamos oportunidades, en este caso vinculadas a la energía y la movilidad», ha afirmado la consejera de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura, Paloma Martín, durante la presentación del programa, ligado a los objetivos «climáticos» del globalismo y de la Agenda 2030, a la que únicamente se opone VOX.

La formación liderada por Santiago Abascal ha recordado que los Objetivos de Desarrollo Sostenible son una «recomendación jurídica» y, por tanto, «no deberían ser nunca el eje central de las políticas del Gobierno de España».

Así, señala que «no es más que una gran estafa perfectamente diseñada, un plan de ingeniería social económica e institucional que no hemos decidido y que conduce a España a la ruina».

Y censura que la Agenda 2030, que «no responde a intereses patrióticos», anula el debate político discrepante y prescinde de la democracia al no dar cabida a opciones contradictorias con el plan trazado».

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