El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha señalado que está sopesando la posibilidad de indultar a los delincuentes que incendiaron el país en las revueltas izquierdistas.
Boric, que asumió el cargo el pasado viernes, ha apuntado que «no descarta» otorgar el perdón presidencial en los casos de condenas relacionadas con distintos delitos en el marco de las protestas masivas de octubre de 2019.
El 10 de marzo, un día antes de la toma de posesión, anunció la retirada de 139 querellas en el marco de la Ley de Seguridad del Estado contra detenidos durante las revueltas.
El pasado mes de enero ya reiteró que se debería «buscar la mejor solución que logre cerrar las heridas» después de que la Comisión de Constitución del Senado declarara admisible la indicación que proponía la amnistía para los delincuentes presos. En este sentido, insistió en que si se optara por la figura del indulto o la de la amnistía, lo importante era «cerrar heridas» y «que esa prisión injusta y extendida (…) pueda terminar».
Los delincuentes fueron condenados por portar cócteles mólotov o similares, por incendiar el metro de Santiago -más de veinte estaciones quedaron completamente inutilizables-, y por saqueos y ataques a Carabineros y militares.
